Tan fino como la piel, tan discreto como un tatuaje, así es el nuevo wearable que han desarrollado en Japón para permitir la monitorización de señales vitales de cualquier persona.
El objetivo es reducir el tamaño de los sensores que se usan actualmente en el sector médico. Este wearable puede grabar datos a través de la piel gracias a un material que se disuelve bajo el agua, siendo más cómodo que el resto de alternativas. En este caso deja la parte electrónica directamente sobre la piel y es cómoda para doblar y usar.
Los sensores de este tipo que hemos visto hasta ahora están hechos con electrónica incrustada en plástico, que luego se pega a la piel, y eso genera problemas en el uso diario, por eso, en el artículo de Nature Nanotechnology, presentan esta solución mucho más eficaz: no pica, y no se rompe (durante 1 semana de pruebas).
Lo presentan en The Verge como una solución para monitorizar las señales vitales desde casa, sin necesidad de tener que ir a laboratorios para medir señales cerebrales o latidos cardíacos. Este sistema usa una malla hecha de un material llamado alcohol polivinílico, que ya se utiliza en lentes de contacto y cartílagos artificiales.
Los hilos han sido revestidos en oro para hacerlos más conductores. Luego se pone sobre la superficie y se moja un poco, para que el alcohol desaparezca y queden solo los hilos de oro, siendo posible transmitir datos a un portátil.
De momento no se sabe cuándo llegará al mercado, aunque al depender de oro, es posible que no sea muy barato…