Uber tuvo que vender su negocio en China en 2016, y ahora mueve ficha para sobrevivir en Rusia: se fusiona con Yandex, «el google ruso» que cuenta con un sector dedicado a los taxis.
La nueva empresa, que aún no tiene nombre definido, tendrá un valor de 3.725 millones de dólares, y será responsable por el transporte de pasajeros en 127 ciudades de 6 países (Rusia, Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Georgia y Kazajstán).
Comentan en The verge que Yandex invertirá 100 millones de dólares en el proyecto, y tendrá una participación mayoritaria del 59,3 por ciento, mientras que Uber invertirá 225 millones de dólares y tendrá una participación del 36,6 por ciento. Los empleados serán los dueños del resto de las acciones.
Uber tiene presencia en Rusia desde 2014, así como en otras 16 ciudades del país, pero Yandex es mucho mayor, por lo que una fusión es más inteligente que una guerra intentando hacerse con el mercado.
La previsión es que la nueva empresa realice 35 millones de viajes cada mes, según comentó Pierre-Dimitri Gore-Coty, jefe de negocios de Uber en Europa, Oriente Medio y ífrica, aunque hay mercado para ser mucho mayor.
Las apps de Uber de momento siguen funcionando con normalidad, pero se integrarán con la de Yandex después de cerrarse la operación en el último trimestre del año.