Existen contraseñas, mensajes SMS, detección de iris y de rostro… pero aún hay otros factores que pueden ayudar a identificarnos en un móvil u ordenador.
Algunas instituciones financieras están adoptando la biometría conductual, un sistema que identifica a los clientes en función de cómo se usa el dispositivo: qué dedo toca en la pantalla, cómo sujetamos el móvil, cómo movemos el ratón en la pantalla… cuando se detecta que alguien está intentando entrar en su aplicación con movimientos diferentes a los habituales, salta la alarma.
El sistema ha sido creado por la empresa israelí BioCatch, plataforma que se ejecuta en la nube corporativa Azure, de Microsoft, y que han presentado en el CIAB Febraban, en Brasil, según comunican en G1.
La biometría comportamental funciona de modo invisible, se recogen datos a medida que navegamos por un sitio o aplicación para que se conozca perfectamente la forma de actuar de un usuario, generándose así una huella digital única asociada a un usuario. Este patrón de comportamiento virtual ayuda a identificar a una persona, midiendo la ruta del ratón, la velocidad del cursor, la mano con la que usamos el móvil y muchos otros (incluyendo el ángulo del dedo en la pantalla). En total se analizan más de 500 variables para identificar al usuario.
Este sistema complementará a la tecnología actual (contraseñas), de hecho ya es usado en varias empresas de tecnología en Brasil, funcionando como una capa adicional de seguridad.
Sí, estaremos más vigilados, el ordenador nos conocerá mejor que nosotros mismos, pero en teoría todo se hace por un bien superior: nuestra seguridad.