Christopher Voigt y su equipo de investigadores colaboradores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han conseguido crear una película bacteriana que sea capaz de reproducir imágenes a todo color. Anteriormente ya habían conseguido crear una película bacteriana hace doce años donde por aquel entonces sólo consiguieron que las imágenes sean en blanco y negro. Para hacer esta película bacteriana, se ha utilizado bacterias intestinales ciegas, según comentan en New Scientist.
Para las imágenes en blanco y negro tan sólo se les habían insertado 3 genes. Ahora, para conseguir imágenes vivas a color, a las bacterias E.coli usadas se les han aplicado 18 genes adicionales, donde se encuentran genes que responden sólo al color rojo, al verde o al azul. Al aplicarse cada haz de luz de color correspondiente sobre ellos, estos activarán otros genes insertados para la producción de pigmento visible del mismo color.
Para la adición de los genes adicionales se ha usado conmutadores genéticos que permita activar los datos sensoriales de las bacterias a través de los genes productores de pigmento. Para crear las propias imágenes en las películas bacterianas se ha necesitado aplicar señales luminosas durante casi 8 horas para que los pigmentos sean bien visibles.
Desde la citada publicación apuntan a que las bacterias sensibles a colores tienen un potencial de aplicaciones prácticas en el mundo de la medicina aunque en el aspecto fotográfico recoge las palabras de Manuel Porcar, del Instituto de Biología de Sistemas Integrativos de Valencia, que opina que podría ser posible conseguir más detalles de color en el futuro, pudiendo ofrecerse una paleta de colores más amplia, aunque para llegar a esto llevaría una mayor complejidad.