Imprimir objetos en 3D hace tiempo que no es ningún secreto, pero se está avanzando bastante en materiales y técnicas, y así lo demuestran una vez más en el MIT.
Han desarrollado un sistema de impresión capaz de crear objetos que cambian de forma en función de la temperatura, algo que podría usarse bastante en el mundo de la medicina.
Los investigadores responsables por el proyecto han creado estructuras minúsculas que podrían cambiar de forma cuando un paciente tiene fiebre, por ejemplo, siendo así posible crear cápsulas que se abren cuando alguien pase de X grados de temperatura.
Para ello han usado un procedimiento especial con una mezcla de polímero que se endurece o ablanda con los cambios de temperatura. Los materiales «recuerdan» formas específicas y pueden moldearse de forma sencilla, recuperando la forma moldeada cuando se detecte el cambio de temperatura que se configure.
De esta forma es posible crear estructuras tan delgadas como un cabello humano, por lo que las posibilidades son enormes, y no solo en el mundo de la medicina. Se cree que podría usarse también para crear células solares que cambian de forma, así como componentes aeroespaciales.
De momento aún están en una fase muy inicial del proyecto, pero ya es posible ver algunos ejemplos de lo que han conseguido realizar en mit.edu