Recientemente se ha confirmado una teoría que hace tiempo que se sospechaba: los roedores usan sus bigotes para determinar la fuerza y dirección del viento, y eso es algo extremadamente interesante en el mundo de la robótica.
Comentan el experimento en TC, donde indican que se han realizado estudios que llegan a esa conclusión. En las pruebas han puesto a algunas ratas distribuidas en recintos con fuentes de aire bien localizadas, y han comprobado que las ratas con bigotes en perfecto estado han conseguido encontrar la salida con mucha más exactitud que las que tenían bigotes más cortos o dañados.
Este descubrimiento ayudará a los ingenieros a diseñar sensores que tengan exactamente esa forma, hilos con forma de bigote que ayuden a identificar la fuerza y dirección del viento de una forma mucho más práctica y exacta que con los sensores actuales.
De momento solo es un estudio en fase «papel», no hay ningún prototipo que muestre las posibilidades exactas de esta tecnología, pero podría aplicarse perfectamente en aeronáutica, por ejemplo, permitiendo que los vehículos autónomos voladores del futuro tomen las decisiones en función de lo que dicen sus propios bigotes.
Una vez más, la tecnología busca consejos en la madre naturaleza.