En transparency.org han publicado información relacionada con casos de corrupción en nuestro planeta, asignando un índice a cada país en función de la corrupción demostrada durante el año (por supuesto, no muestra los casos que aún no se han hecho público).
Es fácil decir que nuestros políticos son los más corruptos del mundo, pero cuando vemos los datos de todo el planeta conseguimos llegar a dos conclusiones sencillas:
– Siempre hay alguien que está peor
– Muy pocos se salvan… parece que el problema está en la propia naturaleza del ser humano.
Somalia, Corea del Norte, Afganistán y Sudán encabezan la lista como los lugares con más corrupción, midiendo siempre los niveles percibidos de corrupción del sector público en una escala de 0 a 100. Este índice se basa en las opiniones de expertos de corrupción del sector público, analizando variables como si los gobernantes están obligados a rendir cuentas o no, o si hay impunidad para la corrupción, entre otros.
Rojo oscuro indica un sector público muy corrupto, a los que están más clares les va un poco mejor, pero la corrupción entre las instituciones y los empleados públicos sigue siendo común: Sesenta y ocho por ciento de los países de todo el mundo tienen un grave problema de corrupción. La mitad del G-20 se encuentran entre ellos.
Aquí tenéis el mapa: