Desde sus inicios, Uber ha sido fruto de polémica en la mayoría de las ciudades donde la aplicación comenzaba a funcionar, llevando a su prohibición en distintos lugares. Y no solo eso, ya que hace tan solo unos meses, el CEO de la compañía se veía amenazado incluso con posibles penas de prisión. A pesar de que la mayor parte de los países donde Uber no es vista con buenos ojos tratan de impedir el desarrollo de la actividad de la empresa, el ayuntamiento de la ciudad más grande de Brasil ha optado por una estrategia bastante diferente.
Tal y como hemos podido leer en Reuters, Sí£o Paulo preferiría quedarse con un porcentaje de los ingresos obtenidos durante los trayectos que Uber realiza a diario en lugar de bloquear las operaciones de la empresa. Concretamente, la medida que proponen es obligar a Uber a adquirir una serie de créditos para cubrir la distancia de los trayectos, con tarifas que variarían dependiendo de cuándo y dónde tengan lugar dichos trayectos, así como por los kilómetros recorridos. Además, con el objetivo de evitar un aumento del número de vehículos que circula por las carreteras de la ciudad, la medida obligaría a Uber a llevar en un mismo vehículo a distintos viajeros que se dirijan a destinos similares (algo que la compañía ya hace con servicios como UberPool).
En cuanto a la respuesta de Uber, la compañía parece estar conforme con la propuesta, habiéndola calificado de «innovadora». No es de extrañar, ya que su aceptación evitaría tener que enfrentarse a un posible bloqueo en la ciudad. A pesar de ello, los taxistas son los únicos que parecen no estar de acuerdo, motivo por el cual se han manifestado para dar a conocer su inconformidad. El ayuntamiento de Sí£o Paulo tomará una decisión final dentro de 30 días, cuando finalice la consulta pública con la que los ciudadanos pueden manifestar su opinión.