Otro caso que gana la Recording Industry Association of America (RIAA), esta vez el relacionado con Aurous, la plataforma que llamaban «el popcornTime de la música», sistema que ofrecía escuchar música de forma gratuita sin tener la licencia adecuada para hacerlo.
Era cuestión de tiempo, y el resultado del proceso ya ha sido publicado en TF: 3 millones de dólares, más gastos del juicio y la cesión del dominio utilizado (ahora es de propiedad de la RIAA).
Su creador, Andrew Sampson, dice que no conocía muy bien las implicaciones que tenía el proyecto, y cree que solo ha perdido por no tener suficiente dinero para defenderse. Informó que el programa solo permitía usar la API de otros sitios (YouTube, Soundcloud) para tener un buscador de todo el contenido centralizado, y denuncia el hecho de que la ley amenaza rutinariamente a adolescentes y estudiantes con multas astronómicas por realizar una actividad cuyas consecuencias pueden no haber entendido plenamente.
Aparentemente Sampson lanzará un proyecto relacionado con la música, dentro de la legalidad, en el futuro próximo, aunque no ha informado ni los detalles ni cómo conseguirá pagar los 3 millones de dólares de la multa aplicada.