Allá por el 2011, Google lanzó Inline installation como vía que permitía a los desarrolladores de extensiones la instalación de las mismas en los navegadores Chrome de los usuarios directamente desde sus mismos sitios web, sin necesidad de pasar previamente por la Chrome Web Store. Como no podía ser de otra manera, esta vía ha sido aprovechada por atacantes para tratar de colar extensiones no deseadas a través de una serie de prácticas engañosas mediante el uso sitios web y anuncios publicitarios.
Acorde a Google, las consecuencias de estas prácticas engañosas suponen la principal causa de quejas de los usuarios de Chrome, y como solución para protegerles de las mismas, Google ha anunciado que comenzará a deshabilitar esta vía para aquellas extensiones que emplean las mencionadas prácticas, redirigiendo a los usuarios a una página de detalle del producto de la extensión, que permitirá a los mismos usuarios decidir si finalmente permiten la instalación o no acorde a la información que reciban en la misma.
Esta solución será aplicada a partir del próximo 3 de septiembre donde, según Google, afectará a menos de 0,2% de las extensiones, suponiendo un esfuerzo más que van en el sentido de disponer de un ecosistema «sano» de extensiones para los usuarios y mayoría de desarrolladores.
De este modo, los usuarios podrán tener la certeza de que instalarán sólo aquellas extensiones que verdaderamente desean tener en sus versiones de Chrome instalado en sus equipos.