Decenas de miles de personas (entre ellas muchos políticos envueltos en casos de corrupción en el pasado, pedófilos y ex-delincuentes de todo tipo) han solicitado ya que Google borre los enlaces relacionados con la información que ensucia su imagen. Estas solicitaciones son analizadas de forma individual y ejecutadas cuando es necesario, ya que Google ha de cumplir la sentencia del «derecho al olvido» que tanto ruido está causando en la web.
Uno de los argumentos principales entre los que no entendemos esta decisión es la relacionada con la posibilidad de encontrar información de muchas otras formas, desde Bing, por ejemplo, aunque ahora parece que hay novedades en ese tema: Bing también tendrá que borrar los enlaces que las personas afectadas soliciten.
Lo leemos en searchengineland, donde enlazan a una página en la que Microsoft comenta que ya está trabajando en el formulario de solicitación de eliminación de enlaces.
De esta forma, suponemos que la ley se irá aplicando entre todos los buscadores existentes en el mercado, aunque eso no significa que la información original, la que habla sobre ellos, la que «ensucia la imagen», no continúe existiendo siempre vía acceso directo.
Estamos a una generación de distancia hasta que los que crean las leyes entiendan la diferencia entre crear contenido y enlazarlo…
Sí, pero también ocurre al revés: los buscadores han estado manteniendo informaciones ya retiradas de sus fuentes originales en caché. Páginas con nombres y apellidos, direcciones, teléfonos.. datos personales que nadie debió publicar jamás y que ya han sido retiradas (a veces de buen grado, a veces por mandato judicial) seguían perpetuadas en la caché de cada buscador, perpetuando el daño causado.