En julio de 2010 , Joe McSpedon, un funcionario del gobierno de EE.UU., viajó a Barcelona para dar los toques finales a un plan secreto para construir un proyecto de medios sociales cuyo objetivo era socavar el gobierno comunista de Cuba.
Así comienza un extenso reportaje publicado hace pocas horas en Associated Press, donde vemos el proyecto que Estados Unidos comenzó a crear en 2010 para introducir una nueva red social en Cuba.
Se trataba de un «twitter cubano» que comenzaría divulgando contenido atractivo para, después de conseguir una gran comunidad de seguidores, comenzar a incluir textos de carácter político en contra del gobierno comunista, una estrategia para poner en contra a la población.
[…] planea construir una base de suscriptores a través de «contenido no polémico»: mensajes de noticias sobre el fútbol, la música, y las actualizaciones de los huracanes. Más tarde, cuando la red alcanzase una masa crítica de suscriptores, tal vez cientos de miles, los operadores introducirían contenido político destinado a inspirar a los cubanos para organizar manisfestaciones y renegociar el equilibrio de poder entre el Estado y la sociedad.
Consiguieron más de 40.000 usuarios, personas que no sospechaban que Estados Unidos estaba por detrás del proyecto, aunque ZunZuneo, nombre que tenía dicha red social, no llegó a cumplir los objetivos inicialmente propuestos. Usando mensajes de texto en el móvil pretendían burlar el control estricto de la información que circula en Cuba. El nombre ZunZuneo estaba relacionado con un colibrí cubano, al igual que tweet tiene relación con el pajarito por todos conocido.
The Associated Press obtuvo más de 1.000 páginas de documentos sobre el desarrollo del proyecto, donde cuentan la historia de cómo los agentes del gobierno de EE.UU., que trabajaban en profundo profundo, se convirtieron en emprendedores tecnológicos en Cuba, comenzando con una media de un millón de números de teléfonos celulares obtenidos a partir de un gobierno comunista.