Vringo es una empresa que compró las patentes del buscador Lycos en 2011, de hecho parece que no hace mucho más: compra patentes, según comentan en su página web.
El caso es que una de las patentes compradas hace referencia a la forma de hacer publicidad en la web, habla de un mecanismo muy semejante a lo que hace Google con adwords, y una sentencia en un tribunal de Estados Unidos ha favorecido a Vringo y condenado a Google, que tendrá que pagar un 1,36% de todo lo que gana con adwords en dicho país. Aunque no hay números exactos de cuánto significa esa cifra, se cree que puede rondar los 250 millones de dólares al año.
En arstechnica.com comentan que Google ya tuvo que pagar 30 millones de dólares a Vringo hace unos meses, aunque el acuerdo no fue satisfactorio para la compañía, quien continuó con el proceso hasta obtener el resultado que ha sido publicado hoy. La victoria va a levantar las esperanzas de las empresas propietarias de patentes de todo el país, ya que esta sentencia oxigena el mundo de los «trolls de patentes» que tanto daño hacen en la innovación tecnológica.
Lógicamente, Google ya ha apelado el veredicto del jurado, aunque parece que las cosas no pintan tan bien como podríamos esperar, principalmente teniendo en cuenta que dichas patentes caducan en 2016.