Bajo el contexto de este tema, hemos invitado a Alberto Cairo para conocer su punto de vista. Ya que además de ser reconocido mundialmente por su pasión en el campo de la infografía, tener una interesante trayectoria en medios de comunicación y enseñar actualmente en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Miami, ha participado como instructor en las dos ediciones del MOOC “Introducción a la Infografía y Visualización de Datos”.
Ya a través de su sitio web hemos conocido su opinión sobre los MOOCs y la tendencia a la educación online, mencionando que esta modalidad no está pensada para reemplazar el modelo tradicional académico, por lo menos no en un corto plazo, ya que es una experiencia educativa diferente, que más bien tiende a complementar el sistema que conocemos.
Pero enfocándonos directamente en su participación en los MOOCs, nuestra pregunta es, cómo ha sido su experiencia como instructor
Muy buena. Las formas de enseñar en un MOOC y en una clase online tradicional son diferentes, pero tienen cosas en común. Los parecidos son los materiales (vídeos, lecturas, etc.) y la dinámica de trabajo (discusiones y ejercicios).
La diferencia principal está en que, en un MOOC el instructor no puede entrar en contacto con todos los estudiantes, por lo que tiene que confiar en procesos como el «peer review» (cada estudiante está obligado a evaluar objetivamente el trabajo de algunos de sus compañeros) y el feedback basado en muestras (es decir: de los miles de proyectos de cada semana, selecciono aleatoriamente 10 ó 20 y los comento con algo de detalle).
Repasando la gran convocatoria que han tenido las dos ediciones de “Introducción a la Infografía y Visualización de Datos”, el primer MOOC ha tenido más de 2 mil estudiantes provenientes de 109 países, y el segundo…
El segundo, que acaba esta semana, ha tenido 5,000 de 133 países. Todavía no sé cuántos van a completarlo. El primero lo acabó el 15% de los estudiantes, una cifra excelente, y un 7% ha pedido el certificado.
La recepción ha sido impresionante, pero cuál ha sido la respuesta de sus estudiantes a esta modalidad. ¿Han participado activamente en los trabajos sugeridos, en los foros?
Cuando creas un MOOC, sabes de antemano que menos de la mitad de los estudiantes participará en la primera semana en las actividades, y que muchos menos lo harán en las semanas subsiguientes. El desgaste es grande, hasta el punto de que sólo el 10-15% llega al final. En algunos MOOC de Coursera, este número es mucho menor (2-5%).
Hay quien ve eso como un argumento en contra de este tipo de experiencia educativa, pero eso es un error. A mucha gente no le interesa hacer los ejercicios o participar en discusiones. Sólo quieren leer los materiales y ver las conferencias, pero eso no quiere decir que «pasen» del curso. Yo mismo hice eso con un MOOC de Introducción a la Estadística: bajé los vídeos y las lecturas para consultarlos durante varios meses. Un MOOC es una experiencia de autoeducación, de aprendizaje a distancia. Por tanto, está basada en las elecciones personales. Una de ellas es qué completar y qué no.
Volviendo a la pregunta, me doy por satisfecho si sólo el 20% de los estudiantes participan en las actividades y discusiones. Eso lo hemos conseguido.
Una de las particularidad de los MOOCs que ha dirigido es, que ha tenido una participación muy activa a través de de los foros o Twitter, así como guiar al grupo a través de correos electrónicos. ¿Piensa que ha sido uno de los factores que ha contribuido a los estudiantes a mantener la motivación del curso?
Sí, pero es cierto también que es un trabajo enorme, teniendo en cuenta que ninguno de los organizadores del curso (incluyéndome a mí) recibe ningún pago por ello. Algún estudiante comentó en los foros que por lo menos yo podría beneficiarme vendiendo más ejemplares de The Functional Art, pero te aseguro que el aumento de ventas de mi libro gracias al MOOC, a pesar de existir, fue pequeño. No era ese el objetivo del curso, ni de su primera ni de su segunda edición. El motivo principal para hacerlo ha sido siempre experimentar. Cuantos más MOOCs hagamos, mejor podremos evaluar qué funciona y qué no.
Qué componentes debería tener un MOOC para cumplir su objetivo.
1. Buenos materiales (tanto iniciales como actualizados semanalmente)
2. Buenas orientaciones para los ejercicios y discusiones
3. Foros de discusión abundantes en los que el instructor pueda participar de vez en cuando
4. Feedback semanal
5. Guías claras sobre cómo escribir reseñas del trabajo de otros estudiantes.
Qué factores considera que se deben mejorar o implementar en un MOOC.
La dinámica de los foros de discusión. Todavía no hemos encontrado el modelo adecuado. También, la evaluación.
Cerrando la entrevista nos dirigimos a aquellos usuarios que están cursando un MOOC o piensan realizar uno. Qué consejos les daría para que obtener el máximo beneficio
Depende de lo que uno quiera conseguir, como expliqué antes. La estrategia yo pienso que es marcarse un objetivo y después reservar de antemano un número semanal de horas para dedicarle en exclusiva al curso. Si es posible, en un único día o en dos.
En Wwwhatsnew seguimos de cerca todas las propuestas de MOOC que se van presentado, pero está vez abordándolo desde una perspectiva diferente gracias a la amabilidad y disposición de Alberto Cairo.