A pesar de los intentos de algunas compañías de evitar depender de los mapas de Google, siempre hay razones de peso para seguir dependiendo de dichos mapas, y hoy nos encontramos con dos más, precisamente con las dos APIs que se acaban de lanzar a disposición de aquellos desarrolladores de aplicaciones interesados.
Y es que Google ha lanzado para su servicio de mapas la API de seguimiento y la API de geolocalización. La API de Google Maps Tracks permite a los desarrolladores la creación de aplicaciones en las que podrán almacenar, ver y analizar los datos del GPS en un mapa. De esta manera, por ejemplo, podrá realizar las rutas más optimas en función de los datos recogidos anteriormente. Además, incorpora características tales como la geo-cercanía, que permite establecer áreas virtuales para que los usuarios de las aplicaciones que lo soporten puedan ser notificados cuando entran y salen de dichas áreas.
La API de geolocalización permite tanto a las aplicaciones como a los dispositivos determinar sus propias geolocalizaciones sin necesidad de usar GPS, estableciendo la cercanía mediante la ubicación de los puntos de acceso WiFi y antenas de telefonía. Esto permite, además de prolongar el uso de la batería, su funcionamiento incluso en zonas interiores o áreas remotas donde el 3G no esté disponible.
Según Google, 800.000 desarrolladores usan ya las APIs de sus mapas para sus propias aplicaciones.