En la actualidad, el Facebook Commerce se ha convertido en un término en boca de todo el mundo. Muchos gurús conciben Facebook como una de las calles más transitadas en las que tener un punto de venta se convierte una ventaja competitiva para cualquier negocio. No obstante, tener una tienda en Facebook no significa subir los productos y olvidarse, sino implica ser capaz de ofrecer experiencias que puedan generar un valor añadido para los fans de la marca. Estos nuevos puntos de venta deben, por lo tanto, adaptarse a las características del medio y aprovechar todo su potencial para construir experiencias de compra singulares.
En este sentido, nacen las Smart Facebook Store, aplicaciones que no sólo integran todo el proceso de compra dentro de Facebook sino que, además, ofrecen una experiencia personalizada de compra en función del perfil de cada usuario. Este tipo de soluciones se nutren de la información que los usuarios registran y comparten a través de Facebook (Social Graph), para recomendarles los productos que mejor se adaptan a sus gustos e intereses.
En definitiva, estamos ante un panorama en el que los consumidores demandan cada vez más experiencias de compra relevantes, que se adapten a sus necesidades. Evolucionar hacia esta nueva forma de concebir las compras online es lo que marcará la diferencia entre una buena y una mala estrategia en Facebook Commerce.
Escrito por Social-Buy para WWWhatsnew.com