Seguramente cuando jugamos a Angry Birds en nuestro iPhone o Android, o vemos como nuestros hijos juegan con el carismático Tom Cat, o actualizamos nuestro Twitter con TweetDeck, o cortamos frutas con Fruit Ninja, no imaginamos que estas aplicaciones están capturando nuestro login y contraseña y enviando los datos a otras empresas.
Eso es lo que nos muestran en The Wall Street Jornal, una tabla resultado de analizar los datos que comparten algunas de las aplicaciones más populares para iPhone y Android.
Aunque algunas empresas han comentado que usan los datos para «mejorar el sistema», conociendo mejor nuestras preferencias, me cuesta imaginar el motivo por el que se comparten las contraseñas o la lista de nuestros contactos…
Aquí podéis ver la metodología aplicada por WSJ, donde destacan que un profesional hizo las pruebas en una red aislada capaz de capturar cualquier comunicación entre dispositivos.
Malas noticias para un mercado que requiere la confianza de los usuarios para poder continuar creciendo.