Deberemos descargar un pequeño ejecutable que instalará una especie de plugin para nuestro navegador (de momento, sólo disponible para Windows XP y Vista, e Internet Explorer o Firefox). Después, como viene haciendo Google últimamente, nuestra cuenta de usuario de Google nos basta para acceder al servicio, sin necesidad de más registros.
Una vez elegida la habitación donde queremos merodear, ya podemos cambiar nuestro avatar (en sucesivas veces ya no tendremos que hacerlo, si no queremos). Hay varios personajes sobre los que elegir, y en los que se pueden modificar diversos aspectos. Sin embargo, una galería aún más extensa está disponible, pero pagando.
Dentro de las habitaciones o ‘rooms‘ puedes interactuar con otros usuarios, así como crear tu propia habitación, decorarla, e invitar a tus amigos para que te ayuden si tus dotes creativas no están muy afinadas. Hay muchísimos objetos que puedes utilizar y editar.
La primera impresión ha sido buena, pero habrá que ver cómo evoluciona. Aunque siendo un producto Google, seguro que hay que tenerlo muy en cuenta.