Ya sabemos que la sonda Philae se quedó sin baterías en la superficie del comenta 67P/Churyumov-Gerasimenko , donde aterrizó rebotando tres veces hasta situarse en un lugar en el que no recibía suficiente luz del Sol como para mantenerse despierto. Pero antes de quedarse dormido, en espera de que, quien sabe, en un futuro recibir la luz que lo despierte, ha podido enviar una enorme cantidad de datos del cometa a la Tierra, y algunos de esos datos empiezan a ser publicados.
En The Wall Street Journal muestran uno de los más sorprendentes: hay moléculas orgánicas en el cometa, lo que alimenta la teoría de que la vida en la Tierra puede haber llegado a través de cometas que se estrellaron en el pasado en nuestra superficie.
Aún no hay detalles sobre el tipo de moléculas en cuestión (es muy poco exacto decir «moléculas orgánicas»), pero en mashable comentan que los científicos están extremadamente ilusionados con lo que este descubrimiento puede significar. Uno de ellos, Stephan Ulamec, informó que ya están concentrados en averiguar la relación que esto puede tener con la vida en nuestro planeta.
Aún es muy pronto para llegar a conclusiones, pero está claro que Philae puede darnos muchas sorpresas con todo lo que ha enviado antes de su siesta.
Imagen: ESA/ATG MEDIALAB