Estados Unidos ha decidido actualizar su arsenal nuclear para adaptarse al nuevo y triste panorama mundial. El Departamento de Defensa ha anunciado la creación del B61-13, una bomba nuclear de gravedad de alto rendimiento que podría redefinir la estrategia militar de la nación.
Estados Unidos posee el segundo arsenal nuclear más grande del mundo, con 3.708 ojivas nucleares comisionadas. Aunque esta cifra es significativamente menor que durante la Guerra Fría, sigue siendo un pilar fundamental de la estrategia de disuasión nuclear de Occidente. Francia y Reino Unido también contribuyen a este arsenal, pero la actualización del inventario estadounidense podría tener un impacto significativo en la dinámica de seguridad global.
El arsenal nuclear de Estados Unidos ha sufrido cierto abandono en las últimas décadas. Muchas de las ojivas tienen más de 40 años y están compuestas por materiales radiactivos que tienen una vida útil limitada. Este envejecimiento plantea preocupaciones sobre la fiabilidad de estas armas, lo que a su vez exige una modernización.
Una bomba nuclear de gravedad es un tipo de arma nuclear que se libera desde una aeronave y utiliza la fuerza de gravedad para alcanzar su objetivo en la superficie terrestre. A diferencia de los misiles balísticos, que son lanzados desde la tierra o el mar y tienen sistemas de propulsión y guía, las bombas de gravedad carecen de sistemas de propulsión y dependen completamente de la gravedad y, en algunos casos, de sistemas de guía aerodinámica para llegar a su destino.
Las bombas de gravedad se utilizan generalmente en roles tácticos y estratégicos. Pueden ser empleadas para destruir instalaciones militares clave, centros de comando y control, y otros objetivos de alto valor. Dado que son liberadas desde aeronaves, la efectividad de estas bombas puede verse afectada por las defensas antiaéreas del enemigo.
La B61-13
La B61-13 (que no es la mostrada en la imagen superior) se diseñará para reemplazar algunas de las bombas B61-7 y B61-12 más antiguas. Tendrá un rendimiento explosivo similar al B61-7, aproximadamente 360 kilotones. Aunque la estrategia moderna favorece ojivas de menor rendimiento, la presencia de algunas bombas de alto rendimiento ofrece más flexibilidad en la planificación de misiones. El nuevo diseño también incorporará sistemas de seguridad y guía mejorados, y será compatible con cazabombarderos como el F-35 Lightning II.
El anuncio del B61-13 es un reflejo de un entorno de seguridad en transformación y de las crecientes amenazas de posibles adversarios. La decisión de desarrollar esta nueva bomba no aumentará el número total de armas en el arsenal nuclear de EE. UU., pero sí señala un cambio en la estrategia de disuasión nuclear de la nación y dejará claro que la inversión en tecnología militar sigue en auge..
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