Hasta hace poco vender seguidores falsos en Instagram era una práctica extremadamente habitual. Había cientos de empresas que prometían miles de seguidores por cientos de dólares, y muchos de esos seguidores eran, efectivamente, falsos.
La cantidad de empresas de este tipo ha disminuido, pero siguen existiendo las que siguen a miles de usuarios con la esperanza de que un pequeño porcentaje nos siga de vuelta, algo muy poco efectivo si no afinamos la puntería a la hora de decidir quién queremos que nos siga y quién no.
El caso es que la vente de seguidores falsos está cada vez más perseguida, y ahora Facebook ha denunciado a dos compañías que se dedicaban a ello.
Son dos demandas por separado contra cuatro personas. Por lo visto Facebook ya había enviado previamente avisos para que cesen con la actividad, desde 2017, meses antes de que Instagram anunciara formalmente que estaba tomando medidas enérgicas contra las cuentas que mostraban una cantidad sospechosa de me gusta, seguimientos o comentarios de dudoso origen.
De acuerdo con las presentaciones legales de ambas demandas, Facebook también ha deshabilitado las cuentas de Instagram afiliadas a estas empresas, que a veces se usaban para vender productos.
Demandadas Boostgram y instant-fans
Una de las compañías nombradas, Boostgram, pasó los últimos cinco años construyendo un imperio de bots que podría entregar miles de «me gusta» y «seguimientos» automatizados a cualquier instagramer que estuviera dispuesto a pagar una tarifa semanal de unos 30 dólares. Boostgram estaba gestionada por dos personas en New York. La segunda empresa que recibió una demanda de Facebook fue «instant-fans.com», una empresa dirigida desde Dubái que además de en Instagram también ofrecía seguidores falsos en Facebook, Twitter, TikTok y otros lugares.
El problema es que empresas semejantes siguen existiendo. Basta con buscar «aumentar seguidores de Instagram» para encontrar varias opciones en los anuncios de Google de empresas que realizan este tipo de actividad.