Google quiere curarse en salud y antes de que la era del «notch» vaya a más, ha establecido una serie de límites al objeto de que las aplicaciones puedan ser plenamente compatibles en cualquier teléfono con muesca.
Según explicó ayer la gerente de producto de la interfaz de usuario de Android, Megan Potoski, la compañía está exigiendo a sus socios fabricantes de teléfonos que los mismos no podrán albergar más de dos muescas en sus dispositivos, permitiendo uno arriba y uno abajo como máximo, aunque eso sí, sí permite que puedan estar centrados o esquinados.
De esta manera no se permitirá más de dos muescas y que ninguno de ellos se incluyan en el lado derecho o izquierdo de la pantalla, o incluso ambos en la parte superior o inferior. Además, también se les exigirá que incluyan un marco negro en modo horizontal si fuese necesario para evitar problemas en algunas aplicaciones.
Y es que también permitirá a los desarrolladores de aplicaciones a que puedan decidir si las mismas puedan integrar las muescas dentro de las experiencias que se ofrecen tras ellas.
En cualquier caso, Android P, que está a pocas semanas de su lanzamiento final, integrará nativamente soporte para las muescas, llevando por defecto la barra de estado a la parte superior de la pantalla y evitar ocultar partes de cualquier aplicación, y en su modo horizontal, la muesca se camuflará como si fuese una pantalla de menor dimensión.
Actualmente, según datos de Google, existen 16 modelos de teléfonos de 11 compañías diferentes que ya han incorporado la muesca a sus pantallas, y creen que el número de modelos de teléfonos Android con muesca crezca significativamente a lo largo del próximo año.