Ayer, 10 de mayo, Housfy organizó un evento en Barcelona para hablar sobre Proptech, sobre los proyectos relacionados con el mundo inmobiliario y las acciones que deben realizar las clásicas empresas del sector para sobrevivir en el mundo de lo inmediato.
En la mesa redonda participaron varios profesionales de diferentes sectores dando su opinión sobre la evolución del sector, así como comentaron algunas experiencias del pasado en las que las empresas no supieron adaptarse con la velocidad requerida en un mundo conectado.
Entre todos dejaron bastante claro que hay un concepto, el de «dinosaurio», el de las inmobiliarias tradicionales que cobran 14.000 euros de comisión por vender un piso, que está muriendo, y ahora aparecen personajes en la historia que quieren cambiar esa realidad. Desde los portales como fotocasa e Idealista, a las plataformas que conectan particulares, como Airbnb o el propio Housfy, pasando por las especializadas en proyectos de Realidad virtual para vender inmuebles, o las que ofrecen planes de inversión en el sector, son muchas las compañías que intentan adaptarse a una realidad cada vez más obvia: es necesario agilizar los procesos, mejorar la puntería y reducir las comisiones.
Recientemente leímos un artículo en el que comentaban que los tres pilares para las nuevas startups de Proptech eran:
– Ofrecer Realidad Virtual a los clientes.
– Reducir el papeleo.
– Mejorar la experiencia desde el móvil.
Al comentar dichos puntos en la mesa, fueron rechazados inmediatamente. Todos estuvieron de acuerdo en que era necesario invertir en dichos puntos, pero no llegaron a considerarlos claves en ningún momento. La clave es la Inteligencia Artificial, el Big Data, y explicaron el motivo.
Gracias al estudio de millones de datos relacionados con el mundo inmobiliario es posible saber el precio del metro cuadrado en cada región de cada ciudad, las ofertas que se reciben, las propuestas, el estado de los inmuebles, las tendencias… los sistemas de IA deben ser capaces de analizar correctamente esa información para avisar a los usuarios y ayudarles a tomar decisiones.
Las plataformas proptech del futuro sabrán si se está pagando un precio justo, identificarán ofertas y oportunidades, conseguirán predecir tendencias, analizarán riesgos, enviarán alertas a los que quieran comprar un piso en una zona indicando las transacciones que se realizan en la misma región… la información podría ser incluso global, y podría usarse por diferentes proyectos para que se tomen decisiones justas para todos.
Por supuesto, todos conocemos los riesgos: Facebook puede implantar un sistema de compra y venta de pisos en su Marketplace, u ofrecer contacto entre propietarios y compradores vía Instagram, y dicha empresa, al igual que Google, es capaz de recopilar y analizar más datos que cualquier otra, por lo que, de la misma forma que los gigantes están acabando con las agencias clásicas de publicidad, es posible que acaben con otros sectores tradicionales de la forma más inesperada posible.