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Anthropic refuerza su alianza con Google para escalar Claude con millones de chips de IA

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Anthropic, la empresa detrás del asistente de IA Claude, acaba de sellar un acuerdo multimillonario con Google que podría transformar significativamente su capacidad operativa. Esta alianza no se limita a una colaboración comercial habitual: implica acceso preferente a una cantidad sin precedentes de potencia de cómputo a través de los chips de inteligencia artificial de Google, conocidos como TPUs (Tensor Processing Units).

El acuerdo permitirá a Anthropic utilizar hasta un millón de TPUs en los próximos años, lo que se traduce en una potencia equivalente a más de un gigavatio de capacidad disponible a partir de 2026. Para poner esto en contexto, un gigavatio es suficiente para abastecer de electricidad a unas 350.000 viviendas, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos. En el mundo de la inteligencia artificial, esta cifra representa una infraestructura colosal para entrenar y desplegar modelos avanzados como Claude.

¿Por qué necesita Anthropic tanta potencia?

El desarrollo de modelos de lenguaje como Claude requiere cantidades masivas de datos y procesamiento computacional. A medida que estos sistemas se vuelven más complejos, sus demandas energéticas y de hardware también se disparan. Las TPUs de Google, diseñadas específicamente para acelerar el entrenamiento y la inferencia de modelos de IA, son clave para cumplir con estos requisitos sin depender exclusivamente de chips tradicionales como las GPUs.

Claude, competidor directo de ChatGPT, ha sido diseñado para ofrecer respuestas más seguras, útiles y alineadas con valores humanos, y está siendo adoptado por empresas que buscan asistentes para programación, redacción o análisis de datos. Esta nueva infraestructura no solo permitirá acelerar el entrenamiento de nuevas versiones de Claude, sino también mejorar su capacidad de respuesta en tiempo real para usuarios empresariales.

Google, un socio clave en el ascenso de Anthropic

Este acuerdo no es un hecho aislado. Google ya había invertido previamente en Anthropic, y ahora profundiza su participación al convertirse en proveedor clave de infraestructura. Anthropic, por su parte, también utiliza servicios de Amazon Web Services (AWS), el cual fue su primer gran inversor y aún actúa como su principal proveedor de nube.

Esta diversificación estratégica, con apoyo tanto de Google Cloud como de AWS, muestra cómo Anthropic busca no solo escalar, sino hacerlo con resiliencia y redundancia tecnológica. Mientras Nvidia sigue siendo otra fuente importante de chips para la compañía, la inclusión de un millón de TPUs de Google marca un cambio sustancial en la manera en que Claude será entrenado y desplegado a futuro.

Un mercado de IA que no da tregua

El anuncio llega en medio de una carrera feroz en el sector de la inteligencia artificial. OpenAI, creador de ChatGPT, sigue siendo el actor dominante, pero competidores como Anthropic, Cohere y Mistral están ganando terreno rápidamente, con propuestas centradas en la seguridad, personalización y control de los sistemas.

El respaldo financiero también es notable. Anthropic alcanzó recientemente una valoración de 183 mil millones de dólares, impulsada por una inyección de 13 mil millones en inversiones. Esta cifra la posiciona como uno de los unicornios más valiosos del sector tecnológico actual, con un enfoque centrado en la IA confiable y ética.

Claude: el asistente que se fortalece

Claude, el modelo estrella de Anthropic, ha sido diseñado bajo principios de “IA constitucional”, un enfoque que busca reducir comportamientos erráticos mediante reglas claras y autoevaluación constante. Este diseño se traduce en un asistente más predecible y coherente, ideal para empresas que necesitan delegar tareas complejas sin comprometer la seguridad o la precisión.

Con la nueva capacidad de cómputo adquirida gracias a Google, Claude podrá entrenarse con conjuntos de datos más amplios, responder más rápido y manejar mayores volúmenes de usuarios simultáneamente. En la práctica, esto significa que empresas que utilicen Claude como copiloto para programadores o como agente conversacional podrán notar mejoras significativas en velocidad, capacidad de entendimiento y adaptación contextual.

Un paso hacia la próxima generación de inteligencia artificial

La escala que plantea este acuerdo apunta a un futuro donde los modelos de IA no solo sean más potentes, sino también más eficientes y especializados. Disponer de un millón de chips de IA permite a Anthropic experimentar con arquitecturas más profundas, probar nuevas técnicas de alineación ética, y personalizar Claude para distintos sectores, desde el legal hasta el financiero o educativo.

Es como si se le diera a un artista no solo un lienzo más grande, sino también mejores pinceles y más colores. La infraestructura que proporciona Google podría permitir que Claude evolucione de un asistente versátil a un especialista en múltiples disciplinas, todo ello sin perder de vista la seguridad ni la responsabilidad en su comportamiento.

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