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Sanctuary AI: manos robóticas que manipulan objetos con precisión humana

En el fascinante mundo de la robótica, los avances tecnológicos no dejan de sorprendernos. Sanctuary AI, una empresa canadiense conocida por sus desarrollos en robótica humanoide, ha logrado un hito impresionante: dotar a su robot Phoenix de una mano capaz de manipular objetos con una destreza comparable a la humana. Este logro promete revolucionar el mercado de los robots de propósito general y abrir nuevas posibilidades en el uso de robots en aplicaciones reales.

El secreto de una mano extraordinaria

La mayoría de las manos robóticas actuales funcionan con motores eléctricos y cables que mueven sus dedos. Este enfoque es eficiente para tareas específicas, pero se queda corto cuando se busca una combinación de fuerza, precisión y velocidad. Sanctuary AI, en su afán por crear un robot verdaderamente versátil, optó por un diseño basado en microactuadores hidráulicos para las manos del Phoenix. Esta tecnología no solo permite una manipulación más precisa, sino que también mejora la durabilidad y la gestión del calor, superando algunas de las limitaciones comunes de los sistemas hidráulicos tradicionales.

Según Suzanne Gildert, ex CTO de Sanctuary AI, los actuadores hidráulicos son la única tecnología que actualmente permite combinar las tres cualidades esenciales para una mano robótica ideal:

«Es raro encontrar una tecnología que pueda cumplir con estas tres exigencias a la vez. Por eso, los actuadores hidráulicos son la elección perfecta para nuestro robot Phoenix», afirmó Gildert.

Manipulación en tiempo real: una capacidad revolucionaria

El desarrollo más reciente de Sanctuary AI se centra en lo que se conoce como manipulación en la mano. Esto significa que la mano no solo puede sostener un objeto, sino también ajustarlo, girarlo o modificar su posición sin soltarlo. Por ejemplo, la mano del Phoenix puede reducir el ancho de una llave ajustable mientras la sostiene o girar un dado de juego para mostrar una cara específica.

Esta habilidad es posible gracias a un sistema de retroalimentación de fuerza integrado en cada actuador hidráulico. La mano detecta fuerzas externas a través de cambios sutiles en la presión del fluido hidráulico y ajusta su acción en consecuencia. Este nivel de sensibilidad permite una manipulación precisa y controlada, algo que pocas manos robóticas han logrado hasta ahora.

Durabilidad y confiabilidad: claves para su éxito

Uno de los problemas más comunes de los sistemas hidráulicos es el desgaste y las fugas de fluido. Sin embargo, los actuadores hidráulicos del Phoenix han sido sometidos a más de dos mil millones de ciclos de prueba sin mostrar signos de degradación o fugas. Este nivel de confiabilidad es un avance significativo que podría hacer que los robots humanoides sean una opción viable para un mercado más amplio.

James Wells, CEO interino de Sanctuary AI, destacó la importancia de esta tecnología: «Demostrar manipulación en la mano con un sistema escalable y confiable es un paso clave hacia robots humanoides capaces de abordar tareas generales. La capacidad de manipulación determina directamente el tamaño del mercado para estos robots.»

¿Qué significa esto para el futuro de la robótica?

Desde wwwhatsnew.com creemos que este desarrollo marca un antes y un después en la industria. La capacidad de realizar tareas complejas con una sola mano abre nuevas oportunidades para robots en entornos laborales, desde almacenes y fábricas hasta hospitales y hogares. Imagine un robot que pueda preparar una comida, realizar reparaciones básicas o ayudar a personas con movilidad reducida. Estas son solo algunas de las aplicaciones posibles.

En mi opinión, este avance también podría tener implicaciones significativas en el ámbito de las prótesis. Aunque el Phoenix está diseñado como un robot humanoide completo, las tecnologías desarrolladas podrían adaptarse para crear manos prostéticas más funcionales y accesibles.

Desafíos por superar

A pesar de sus avances, la adopción generalizada de robots humanoides todavía enfrenta varios desafíos. Entre ellos, el costo de producción sigue siendo alto, y la integración de robots en entornos humanos plantea preguntas sobre seguridad y aceptación social. Sin embargo, con innovaciones como las de Sanctuary AI, estos obstáculos parecen cada vez más superables.

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