A pesar del bloqueo de Twitter X en Brasil, muchas personas fuera del país siguen viendo y actualizando contenido generado desde allí. ¿Cómo es posible si supuestamente el acceso está restringido? Vamos a desglosar las razones detrás de esto y entender cómo los usuarios en Brasil siguen conectándose con el resto del mundo a través de esta red social.
El bloqueo de X en Brasil: ¿Qué pasó?
Primero, pongámonos en contexto. A finales de agosto de 2024, el juez Alexandre de Moraes de la Corte Suprema de Brasil ordenó el bloqueo de X en todo el país. ¿El motivo? La plataforma fue acusada de permitir la difusión de desinformación y de no cumplir con varias órdenes judiciales. Elon Musk, el dueño de X, no eliminó ciertos perfiles considerados problemáticos ni nombró un representante legal en Brasil, lo que llevó a las autoridades a tomar medidas drásticas: bloquear el acceso a X a nivel nacional y multar con 50.000 reales (unos 9.000 dólares) diarios a quienes usen VPN para eludir el bloqueo.
Entonces, ¿cómo es que seguimos viendo contenido desde Brasil?
Aunque el acceso directo a X esté bloqueado, los brasileños han encontrado varias formas creativas para seguir publicando en la plataforma. Uno de los métodos más utilizados es el uso de herramientas de automatización como Make.com, IFTTT o Metricool. ¿Qué hacen estas herramientas? Básicamente, permiten interactuar con la API de X desde servidores que no están en Brasil, lo que evita el bloqueo impuesto por las autoridades locales.
¿Cómo funcionan estas herramientas?
Imagina que eres un usuario brasileño que quiere seguir publicando en X. En lugar de conectarte directamente a la plataforma, configuras Make.com o Metricool para que programe publicaciones o recoja datos desde tu cuenta de X. Estas herramientas operan desde servidores ubicados fuera de Brasil, lo que significa que el bloqueo local no les afecta. Así, aunque el usuario esté en Brasil, el contenido sigue fluyendo a través de los servidores de estas herramientas.
Este método es ingenioso, pero hay que tener en cuenta que no está exento de riesgos. Aunque el acceso directo esté bloqueado, las autoridades brasileñas podrían argumentar que este tipo de acciones violan el espíritu de la ley, si no la letra. Hasta ahora, no se ha visto una intervención directa contra estas plataformas de automatización, pero no sería raro que las cosas cambien si se considera que están ayudando a eludir un bloqueo legal.
¿El uso de VPN sigue siendo una opción?
Técnicamente, sí, pero con un gran «pero». Las VPN son una herramienta habitual para saltarse restricciones de internet. En muchos países, los usuarios las usan para acceder a contenido bloqueado o para proteger su privacidad. En el caso de Brasil, sin embargo, el uso de VPN para acceder a X puede resultar en multas muy altas. Aunque estas multas pueden disuadir a muchos, otros están dispuestos a correr el riesgo. Además, algunos servicios de VPN, especialmente aquellos con conexiones ofuscadas o de «doble salto», pueden ser más difíciles de detectar.
¿Qué implica todo esto para los usuarios de X en Brasil?
Yo creo que estamos viendo una especie de «gato y ratón» digital entre los usuarios de X y las autoridades brasileñas. Cada vez que el gobierno impone una nueva restricción, los usuarios encuentran una nueva forma de esquivarla. Hasta ahora, el uso de herramientas de automatización como Make.com y Metricool parece ser una de las opciones más seguras para aquellos que no quieren perder el acceso a X sin recurrir a las VPN.
¿Qué dice esto sobre el futuro de la censura en internet?
En WWWhatsnew.com, hemos seguido muchos casos de bloqueos de redes sociales en todo el mundo, y siempre vemos lo mismo: los usuarios tienden a encontrar formas de resistir. Desde el bloqueo de Telegram en Rusia hasta las restricciones de YouTube en Turquía, los ejemplos abundan. El caso de X en Brasil no es diferente; muestra que la censura en internet es un campo de batalla en constante evolución, donde la tecnología juega un papel fundamental.
Entonces, aunque el bloqueo de X en Brasil ha dificultado el acceso, no ha detenido por completo a los usuarios. Los métodos alternativos como las herramientas de automatización o el uso selectivo de VPN siguen siendo populares. Queda por ver cómo evolucionará esta situación, pero si algo está claro, es que la lucha por la libertad de expresión en internet está lejos de terminar.