La obsolescencia programada y los crecientes desechos electrónicos se han convertido en problemas serios que demandan soluciones inmediatas. La Unión Europea ha sido pionera en abordar estos desafíos, buscando maneras de prolongar la vida útil de los dispositivos y reducir el impacto ambiental. Sin embargo, la tarea no es sencilla, especialmente con el anuncio de Microsoft de finalizar el soporte para Windows 10 el 14 de octubre de 2025. Este hecho pone en riesgo a millones de PCs, que sin actualizaciones de seguridad, podrían convertirse en basura electrónica.
Desde mi perspectiva, Google ha sabido identificar una oportunidad en medio de esta crisis tecnológica. La compañía ha propuesto ChromeOS Flex, una versión adaptada de su sistema operativo ChromeOS, diseñada específicamente para darle nueva vida a esos PCs y Macs antiguos que ya no cuentan con el soporte de sus sistemas operativos originales. La idea es simple pero poderosa: si tu dispositivo no puede actualizarse a Windows 11, ChromeOS Flex podría ser tu salvavidas (tenéis un paso a paso de la instalación en este enlace).
ChromeOS Flex se presentó en 2022 como una alternativa que no solo promete modernizar los dispositivos sino también mantenerlos fuera de los vertederos, contribuyendo significativamente a la reducción de la basura electrónica. Con requisitos mínimos accesibles, como un procesador x86 de 64 bits, 4 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento, Google ofrece una solución práctica y al alcance de muchos.
Una de las características más destacadas de ChromeOS Flex es su compatibilidad con una amplia gama de hardware, lo que facilita su instalación en una variedad de dispositivos, independientemente de su antigüedad. Me parece una solución brillante, no solo porque extiende la vida útil de los dispositivos y evita que se conviertan en desechos, sino también porque representa un enfoque sostenible y consciente del consumo tecnológico.
Google asegura que ChromeOS Flex es fácil de administrar y que su diseño basado en la nube lo hace ideal para equipos con capacidades limitadas. Esto significa que incluso aquellos PCs con pocos recursos podrán seguir funcionando de manera segura y eficiente. Aún así, Chrome OS no tiene ni el 2% del mercado, mientras que Windows supera el 70%.
Es importante destacar que, al adoptar ChromeOS Flex, muchas de las aplicaciones que utilizábamos en Windows 10 no estarán disponibles. Sin embargo, Google promete seguridad y la incorporación de nuevas funciones que compensarán estas ausencias.
Aunque ChromeOS Flex aún no es tan conocido como Windows 11, Google espera que esta iniciativa ayude a incrementar su adopción. La propuesta parece especialmente atractiva para empresas y usuarios individuales que buscan soluciones económicas y responsables ante el fin del soporte de Windows 10.