En mi trayectoria en WWWhatsnew, durante ya 18 años, he sido testigo de cómo las redes sociales han cambiado drásticamente la forma en que interactuamos y nos informamos. Lo que comenzó como una simple herramienta para conectar con amigos y familiares se ha convertido en un ecosistema complejo con influencias en casi todos los aspectos de nuestra vida. A continuación comento estos cambios y reflexiono sobre sus implicancias.
Sí, aún recuerdo los días de MySpace y Friendster, plataformas pioneras enfocadas en conexiones personales. Ahora, tenemos una variedad que abarca desde Instagram, con su enfoque en el contenido visual, hasta LinkedIn, destinado a las redes profesionales. Cada una de estas plataformas atiende a una necesidad específica, mostrando cómo hemos diversificado nuestra forma de comunicarnos digitalmente.
La llegada de los smartphones marcó un antes y un después. Las redes sociales ya no son algo a lo que accedemos únicamente desde computadoras de escritorio. Ahora, están siempre con nosotros, lo que ha llevado a una integración profunda en nuestra vida diaria.
Pero creo que hubo algo más importante aún que la llegada del móvil. Una de las mayores transformaciones ha sido el paso de feeds cronológicos a algoritmos personalizados. Estos algoritmos buscan maximizar nuestro compromiso, pero también han planteado desafíos que no podemos ignorar. También cambió mucho el alcance de las publicaciones, el poder ver algo más que lo que publicaron nuestros contactos, abriendo así las puertas el universo de los influencers. La creación de contenido por parte de los usuarios ha dado origen a la economía de estos creadores, un sector donde las personas pueden monetizar su contenido a través de diversas herramientas proporcionadas por las plataformas, y eso ha cambiado la realidad de muchas familias.
La publicidad en redes sociales se ha convertido, por otro lado, en una herramienta esencial para las empresas. La capacidad de orientar anuncios basados en datos específicos de los usuarios ha cambiado radicalmente las estrategias de marketing, dando paso también al fenómeno del marketing de influencers. Cada vez hay más compañías que optan por anunciar en Instagram en lugar del tradicional Google, a un paso del todopoderoso Whatsapp, y eso cambia mucho el panorama internacional del marketing online.
La parte negativa es que las redes sociales son ahora una fuente primaria de noticias para muchos, lo que, por un lado, ha revolucionado el periodismo. Sin embargo, también se han convertido en un caldo de cultivo para la desinformación, un problema que sigue siendo una preocupación clave. Las redes sociales han tenido un impacto profundo en los procesos sociales y políticos, pero también han sido herramientas para la manipulación y la difusión de contenidos divisivos.
A medida que crece la influencia de las redes sociales, también lo hacen las preocupaciones sobre la privacidad, la seguridad de los datos y el uso ético de los algoritmos. Estos temas han llevado a un aumento en las llamadas a una mayor regulación.
Todo esto ha pasado en los últimos 15 años. Me pregunto constantemente hacia dónde nos llevan estas transformaciones. Las redes sociales han cambiado no solo nuestra forma de comunicarnos, sino también cómo percibimos el mundo. La pregunta que permanece es si estamos preparados para manejar y orientar esta influencia de manera responsable y ética.