El viento sopla con fuerza en el gigante asiático. China, con su visión estratégica y apoyo gubernamental, se ha posicionado como el líder indiscutible en la generación de energía eólica, dejando atrás a potencias tradicionales como Europa y Estados Unidos.
China: el gigante eólico
China ha demostrado una vez más su capacidad para dominar mercados globales. Según el Global Wind Energy Council, con sede en Bruselas, los fabricantes chinos suministraron cerca del 60% de las turbinas eólicas instaladas a nivel mundial en 2022. Esta cifra es aún más impresionante si consideramos que en 2018, su participación era del 37%.
Goldwind y Vestas: una competencia reñida
Dentro de este panorama, Goldwind, una empresa china, se ha destacado al ocupar el segundo lugar en el mercado global con un 13% de participación, solo superada por la danesa Vestas con un 14%. Es evidente que las empresas chinas están ganando terreno rápidamente, con 10 de las 15 principales compañías del sector siendo de origen chino.
Europa: en busca de su antiguo esplendor
Europa, que alguna vez fue líder en energía eólica, ha visto cómo su participación ha disminuido drásticamente. Las empresas europeas pasaron de tener una participación del 55% en 2018 a solo el 42% en 2022. Factores como el aumento de las tasas de interés y la inflación han frenado su desarrollo.
Siemens Gamesa Renewable Energy, una de las principales empresas europeas, ha experimentado este declive de primera mano. Su participación en el mercado cayó del 12% en 2018 al 10% en 2022, reflejando las dificultades que enfrenta el continente.
El apoyo gubernamental chino
El gobierno chino ha sido un pilar fundamental en el desarrollo de la industria eólica del país. No solo han buscado solucionar problemas de escasez energética y contaminación, sino que ven en las energías renovables una base sólida para el crecimiento económico. Una muestra de esto fue la notificación gubernamental de 2019 que incentivaba a los proveedores de energía a conectarse a la red eléctrica antes de finales de 2021.
Estados Unidos y Japón: desafíos y metas
Mientras China avanza, Estados Unidos y Japón enfrentan sus propios desafíos. Estados Unidos ha establecido metas ambiciosas, buscando alcanzar una capacidad de generación eólica de 110,000 megavatios para 2050. Sin embargo, las tensiones con China y la dependencia de sus fabricantes podrían representar obstáculos en el camino.
Por su parte, Japón ha tenido dificultades para desarrollar un mercado interno sólido. Grandes empresas como Mitsubishi Heavy Industries y Hitachi han abandonado la fabricación de turbinas eólicas. A pesar de esto, el gobierno japonés está redoblando esfuerzos para impulsar la industria, con metas de instalación de 30,000 a 45,000 megavatios de energía eólica marina para 2040.
El mercado global de energía eólica está en constante evolución. China, con su visión estratégica y capacidad de adaptación, se ha posicionado como líder, pero el futuro es incierto. Las tensiones geopolíticas, los desafíos tecnológicos y la necesidad de una energía más limpia y sostenible serán determinantes en las próximas décadas. Lo que es claro es que el viento, como fuente de energía, seguirá siendo protagonista en la matriz energética global.
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