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Revelación científica promete estrategia innovadora contra la obesidad y diabetes

manzana luchando

El desafío mundial de combatir la obesidad y la diabetes puede estar cerca de contar con una nueva arma. Un equipo internacional de científicos ha descubierto una forma inédita de entender y posiblemente manipular el metabolismo graso, lo que podría cambiar por completo el enfoque terapéutico de estas enfermedades.

Descifrando el misterio de las grasas

El tejido adiposo, más conocido como grasa, no es todo igual. En nuestro cuerpo coexisten principalmente dos tipos: la grasa blanca y la grasa marrón. La primera almacena calorías y su exceso está vinculado a problemas de salud, mientras que la segunda quema calorías para generar calor, lo que la hace benéfica en la regulación de nuestro peso y metabolismo.

El equipo de investigadores de la Universidad de East Anglia, la Universidad de Cambridge, la Universidad de Pennsylvania y la Universidad Libre de Bruselas, ha puesto su foco en este último tipo de grasa y en una proteína clave que la activa, conocida como UCP1.

La clave está en una proteína

La proteína UCP1 es esencial en la actividad de la grasa marrón. Su función es la de encender el «interruptor» que pone en marcha el quemado de calorías. Por eso, una de las estrategias para combatir la obesidad y la diabetes ha sido buscar formas de incrementar la cantidad de grasa marrón en el cuerpo y potenciar la acción de UCP1.

Paul Crichton, de la Escuela de Medicina de Norwich, perteneciente a la Universidad de East Anglia, explica que a pesar de décadas de investigación, se desconocía la estructura molecular exacta de UCP1, un dato esencial para entender cómo se activa y, por ende, cómo podría activarse terapéuticamente.

Visión en detalle de UCP1

Para llenar este vacío de conocimiento, los científicos utilizaron técnicas de imagenología a nivel atómico, que les permitieron descifrar la estructura de UCP1 y localizar los «portones» o interruptores moleculares que activan o desactivan la quema de calorías.

Este hallazgo podría abrir la puerta a tratamientos capaces de activar UCP1 de manera artificial, propiciando la quema de calorías y la regulación del metabolismo. Además, el tejido activado podría contribuir a la eliminación de glucosa en sangre, un aspecto crucial en el control de la diabetes.

La obesidad y la diabetes son enfermedades multifactoriales, cuyo abordaje exige la convergencia de diversas estrategias. Este descubrimiento no solo marca un hito en la comprensión del metabolismo graso, sino que nos recuerda que aún hay mucho que aprender y que la ciencia, con su incansable búsqueda de conocimiento, es una pieza clave en la lucha contra estos desafíos de salud.

Fuente: Universidad de East Anglia

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