En un movimiento audaz, Portugal ha decidido cerrar sus puertas a empresas de países y jurisdicciones de «alto riesgo» con respecto a su red telefónica de quinta generación (5G).
Siguiendo los pasos de otras naciones occidentales, Portugal ha bloqueado efectivamente al gigante tecnológico chino Huawei Technologies Co. de su mercado, lo que generó sorpresa y provocó conversaciones sobre las implicaciones para la seguridad nacional.
Portugal bloquea efectivamente a Huawei y a otros proveedores de países de «alto riesgo» en su red 5G
El gobierno portugués publicó recientemente una declaración en la que describe su decisión de prohibir el uso de equipos de proveedores con sede fuera de la Unión Europea, así como de estados no miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE). Esta medida tiene como objetivo salvaguardar las redes nacionales de los posibles riesgos de seguridad asociados con los equipos suministrados por empresas de estas regiones de «alto riesgo».
En su declaración, el comité de evaluación de seguridad del Consejo Superior de Seguridad del Ciberespacio del gobierno destacó que las empresas de fuera de estas jurisdicciones específicas representan un riesgo significativo para la seguridad de las redes nacionales.
Esta decisión excluye también a empresas indias, rusas, africanas o latinoamericanas. Sin embargo, el peso de esta ley recae principalmente sobre los proveedores chinos, incluido Huawei, que dentro de su fuerte presencia en el área de las telecomunicaciones, previamente había colaborado con algunas empresas portuguesas para desarrollar sus redes 5G.
Una orden que no menciona a proveedores específicos y sin un cronograma establecido
La declaración del gobierno no nombró explícitamente a ningún proveedor específico que ahora tenga prohibido participar. Además, no se proporcionó un cronograma para que las empresas de telecomunicaciones en Portugal retiren de sus redes los equipos suministrados por estos proveedores ahora prohibidos.
El periódico económico portugués O Jornal Economico fue el primero en informar sobre la decisión, lo que suscitó discusiones y especulaciones dentro de la industria.
Preocupaciones globales sobre la seguridad en la infraestructura de red 5G
Este movimiento de Portugal se hace eco de las preocupaciones expresadas por varios otros países occidentales con respecto a los riesgos potenciales asociados con permitir que empresas de ciertas naciones participen en la construcción de infraestructura crítica como redes 5G. Estas preocupaciones giran principalmente en torno a la posibilidad de que gobiernos extranjeros accedan o influyan en datos y comunicaciones confidenciales que planteen problemas de seguridad nacional.
Fuera de ser controversial, esta prohibición marca un nuevo hito en el debate mundial en curso sobre la participación de las empresas tecnológicas chinas en la infraestructura de la red 5G. A medida que los países navegan por el complejo panorama de las tecnologías emergentes y la seguridad nacional, está claro que el tema de la confianza y la evaluación de riesgos seguirá dando forma al futuro de las telecomunicaciones.
Mientras Portugal toma una postura definitiva, se intensifica el debate en torno al equilibrio entre innovación, seguridad nacional y cooperación internacional. El tiempo dirá cómo afectará este movimiento al panorama de las telecomunicaciones en Portugal y más allá.
La seguridad y la confianza en la infraestructura de red se han convertido en preocupaciones primordiales para los gobiernos de cada vez más países, y las decisiones adoptadas por sus autoridades influirán en la forma en que se desarrollan y utilizan las tecnologías emergentes.