La exploración lunar está a punto de dar un salto gigante. La NASA está buscando propuestas de la industria para un Vehículo Lunar de Terreno (LTV) de próxima generación que permitirá a los astronautas explorar más lejos y realizar más ciencia que nunca antes. Este vehículo será una pieza clave en las misiones Artemis, llevando a los astronautas a la región polar sur de la Luna.
El vehículo lunar de terreno: un puente entre pasado y futuro
El LTV funcionará como un cruce entre un rover lunar al estilo Apollo y un rover no tripulado al estilo de Marte. Esto significa que será capaz de soportar fases conducidas por astronautas y fases como una plataforma de exploración científica móvil no tripulada. Esta capacidad permitirá la continuación de la ciencia incluso cuando las tripulaciones no estén presentes en la superficie lunar.
Innovación y colaboración: la clave del éxito
La NASA planea contratar el LTV como un servicio de la industria en lugar de ser el propietario del rover. Esta estrategia permite a la NASA aprovechar la innovación comercial y proporcionar el mejor valor a los contribuyentes estadounidenses mientras logra sus objetivos científicos y de exploración espacial tripulada.
Funcionalidad y desafíos
Para manejar el entorno único cerca del polo sur lunar, que incluye regiones permanentemente sombreadas y períodos prolongados sin luz solar, el LTV necesitará incorporar varios sistemas para soportar tanto las operaciones tripuladas como las no tripuladas. Algunos de los sistemas más críticos incluyen la gestión avanzada de energía, la conducción semi-autónoma, los sistemas de comunicación y navegación de última generación, y la protección contra el entorno extremo.
El futuro de la exploración lunar
La NASA tiene la intención de utilizar el LTV para operaciones tripuladas a partir de Artemis V en 2029. Antes de la llegada de la tripulación, el rover se utilizará para actividades no tripuladas y comerciales una vez que aterrice en la superficie lunar. Las propuestas para el contrato de servicios del LTV deben presentarse antes del 10 de julio de 2023, y se espera que el contrato se adjudique en noviembre de 2023.
A través de Artemis, la NASA enviará astronautas, incluyendo la primera mujer y la primera persona de color, a explorar la Luna para el descubrimiento científico, los beneficios económicos, y para construir la base para misiones tripuladas a Marte.