Imagínate tener una planta de energía nuclear que puede caber en un campo de fútbol. Eso es lo que ofrece la AP300 de Westinghouse Electric Company, una pequeña planta de energía nuclear que combina la tecnología de reactor Gen III+ con un tamaño más económico y escalable.
Antes de hablar de la AP300, es importante entender qué es un SMR. Las siglas SMR corresponden a «Small Modular Reactor» o Reactor Nuclear Modular Pequeño en español. Como su nombre indica, se trata de un reactor nuclear de tamaño reducido que se puede construir en serie y de forma modular, lo que permite una mayor flexibilidad y reducción de costos en comparación con los grandes reactores nucleares convencionales.
¿Cómo funciona la AP300?
El AP300 es un reactor nuclear de agua presurizada de un solo bucle y 300 MWe de potencia. Su diseño está basado en el reactor AP1000 de Westinghouse, lo que significa que ya se han invertido los costos de desarrollo en el reactor anterior y se han perfeccionado los procesos de suministro, construcción, combustible y operación.
La planta AP300 tiene un diseño simplificado que la hace más segura. Tiene menos tuberías, válvulas, motores y otros puntos de posible falla, y en caso de emergencia, los sistemas de apagado y enfriamiento son pasivos, dependiendo de la gravedad, la circulación natural y la presión de gas en lugar de motores diésel y bombas. Además, cuenta con sistemas no relacionados con la seguridad que monitorean el reactor y lo protegen de fluctuaciones peligrosas, y un sistema para inundar el recinto del reactor con grandes cantidades de agua para evitar que el núcleo se sobrecaliente en caso de un accidente.
¿Cuáles son los beneficios del AP300?
El AP300 tiene varios beneficios. En primer lugar, al ser una planta de energía nuclear de tamaño pequeño, es más fácil de construir y desplegar. Puede ser utilizada para generar electricidad, calefacción, o en la producción de hidrógeno. También puede ser utilizado en la industria del petróleo y del gas para el suministro de energía.
Al ser más pequeño, la construcción de infraestructura necesaria para su instalación es reducida en comparación con los grandes reactores nucleares, lo que disminuye los costos y los tiempos de construcción. La capacidad de producir energía a nivel local también puede disminuir la necesidad de redes eléctricas de gran escala, lo que puede ser beneficioso en áreas rurales o aisladas.
El AP300 también es más seguro que los grandes reactores nucleares convencionales. Su diseño simplificado reduce la cantidad de posibles puntos de falla, y sus sistemas de apagado y enfriamiento pasivos hacen que sea más seguro en caso de emergencia.
AP300 es un paso hacia un futuro más sostenible y seguro en términos de producción de energía nuclear, aunque ya sabemos que dicha energía no está exenta de polémica, por lo que seguramente seguiremos invirtiendo en otras menos efectivas pero más seguras.