Este miércoles la Justicia brasileña tomó la decisión de suspender temporalmente los servicios de Telegram debido a que la empresa no ha entregado datos de grupos neonazis que difunden mensajes de odio y violencia. Además, la empresa podría recibir una fuerte sanción económica.
La Policía Federal de Brasil había solicitado esta medida y el Poder Judicial la aceptó, debido a que consideran que esto está en la base de la violencia que se ha desatado contra los niños y los adolescentes en Brasil. Sin ir muy lejos, el Gobierno ha atribuido los recientes ataques y amenazas a la actividad de grupos nazis y de ultraderecha que operan en el país y se articulan por servicios de mensajería o en las redes sociales.
Ante esta situación, el Ministerio de Justicia decidió endurecer las normas que rigen la actividad de las redes sociales en el país. De acuerdo con la nueva normativa, las empresas de redes sociales deben ser más estrictas con los contenidos, fiscalizar el grado de «amenaza» y colaborar «inmediatamente» con la policía en la debida «identificación» de usuarios «peligrosos», entre otras exigencias.
La responsabilidad de los proveedores de servicios digitales frente a la difusión de contenido peligroso
El ministro de Justicia, Flávio Dino, ha declarado que estas compañías «son proveedoras de servicios y son responsables política, social y jurídicamente, pues seleccionan los contenidos» y «tienen influencia en lo que circula en Internet». De esta forma, el gobierno brasileño busca que las empresas de redes sociales se hagan cargo de los contenidos que circulan en sus plataformas y colaboren activamente en la lucha contra el discurso de odio y la violencia en línea.
Es importante destacar que la colaboración de las empresas de redes sociales es clave para combatir la difusión de mensajes de odio y violencia en línea. Aunque estas empresas han adoptado medidas para evitar la propagación de contenido perjudicial en sus plataformas, aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad de los usuarios y la eliminación efectiva de los contenidos inapropiados.
Es por eso que el endurecimiento de las normas que rigen la actividad de las redes sociales es una medida necesaria para garantizar la protección de los usuarios y la prevención de la difusión de discursos de odio y violencia en línea. Además, la colaboración activa de las empresas proveedoras de servicios es fundamental para el éxito de estas medidas.