Desde mi punto de vista hay tres cosas que han revolucionado el mundo de la tecnología en este siglo XXI: el acceso masivo a Internet, el teléfono móvil y la aplicación de la IA en creación de textos e imágenes.
Este último punto es extremadamente reciente, pero cambiará la forma de enseñar, de aprender, y de crear, así como la manera que tenemos de acceder a la información.
ChatGPT es un ejemplo de lo que estoy hablando, aunque de momento su acceso es muy limitado, interrumpido por saturación en los servidores, sin un modelo de negocio definido, y con muchos inversores por detrás interesados en integrar la plataforma vía API. En @chatgpt_esp voy comentando sus utilidades tweet por tweet.
El caso es que ya hay informes que indican que OpenAI comenzó a implementar una versión premium que costará 42 dólares al mes, y que ofrecerá:
– Disponibilidad menos impredecible.
– Mejores tiempos de respuesta.
– Acceso prioritario a nuevas funcionalidades.
Aparentemente cuesta 100.000 dólares por día ejecutar a nuestro amigo ChatGPT, por lo que se hace necesario encontrar un modelo de negocio rápidamente. Si el 10% de los usuarios actuales decida pagar los 42 dólares, ya tendrán el coste cubierto y tendrían ganancias tremendas, lo que dejará a los inversores extremadamente felices.
OpenAI aún no se ha pronunciado sobre el tema, no lo ha confirmado (ni desmentido), pero ya se han filtrado algunas capturas que muestran esa opción de «actualizar a premium» en algunos usuarios.
Mientras tanto, Google ya ha confirmado que mostrarán algo semejante en breve, y Microsoft, uno de los inversores de ChatGPT, lo integrará con Bing. Elon Musk, que también es inversor de ChatGPT, aún no se ha pronunciado sobre esta avalancha de intereses.