Hay muchos estudios realizados que analizan el efecto negativo que podría tener el estar mucho tiempo frente a un móvil, principalmente entre los más pequeños. Muchos se han enfocado en la depresión y ansiedad que puede generar, otros están más orientados a la salud del ojo o a efectos relacionados con tics o incluso con falta de sueño.
El caso es que estudios no faltan, y pocos son conclusivos, pero hoy han presentado uno realmente interesante en la revista PLoS ONE.
Según el mismo, el tiempo en pantalla no es perjudicial para los niños pequeños, un resultado que anunciaban con frases como «Las pantallas no son tan peligrosas como crees», «Las pantallas no dañan a los niños» , «Los niños no se ven perjudicados por los tiempos de pantalla prolongados» o «Las pantallas no causan ansiedad”.
El estudio es muy completo, pero hay que tener en cuenta que sí es cierto que existe una relación entre el tiempo frente a la pantalla y la depresión o ansiedad. El tema es que muchos de los niños que están muchas horas frente a un móvil es por causa de falta de atención paterna en diferentes sentidos, siendo esa la causa de la ansiedad, no el móvil.
El estudio involucró a casi 12.000 niños de nueve a diez años de 24 ciudades de Estados Unidos.
Según las encuestas realizadas, casi todos los estudiantes de secundaria y dos tercios de los estudiantes de primaria poseen un dispositivo basado en pantalla, y pasan al menos un tercio de su día mirándolas.
En el estudio se analizaron otros síntomas, como hábitos de sueño, las relaciones con los compañeros y la salud mental. También obtuvieron las calificaciones en la escuela, los ingresos familiares y la raza.
Resultados del estudios
Como resultado:
- No hay relación entre el tiempo de pantalla de los niños y la disminución de la calidad del sueño.
- No hay relación entre el tiempo de pantalla y el rendimiento académico.
- No hay relación entre el tiempo de pantalla y los problemas de salud mental.
El estudio no es perfecto, ya que muchas veces los datos ofrecidos por los padres sobre la calidad del sueño de los niños puede no ser la real. Lo mismo ocurre con la salud mental, sería necesario tener datos objetivos sobre el asunto, algo imposible de conseguir hoy por hoy.
Hay otros estudios que indican que más de cuatro horas para los niños puede ser perjudicial, pero la objetividad de los datos sigue siendo el principal problema.
Se siguen realizando investigaciones, como los efectos relacionados con protección ocular, postura y otros posibles problemas físicos, pero también sobre los beneficios, como entretenimiento interactivo, recreativo o pasivo, ya que en algunos casos se pueden obtener beneficios en salud mental, satisfacción con la vida e interacciones sociales.
No se trata de medir la cantidad de tiempo en pantalla y sí la calidad de ese tiempo. ¿Qué se está haciendo? esa es la pregunta clave, y la respuesta debe digerirse con el sentido común en primer plano.