Aunque pueda parecer el argumento de una película, los asteroides pueden ser una amenaza para la vida en nuestro planeta. La probabilidad es muy baja, pero si uno suficientemente grande impacta contra la Tierra… bueno, que lo digan los dinosaurios.
El caso es que la NASA ha dado un nuevo paso en este tema, ha aprobado la construcción del telescopio espacial Near-Earth Object Surveyor (NEO Surveyor), dedicado a la defensa planetaria, ya que su misión es identificar asteroides peligrosos que se encuentren a 48 millones de kilómetros de la órbita de la Tierra.
Uno de los objetivos es ampliar la velocidad de detección, tanto de asteroides como de cometas. Creen que podría descubrir el 90 por ciento de los asteroides de 140 metros de tamaño o más dentro de un década de su lanzamiento.
Cuando un pedrusco de ese tamaño se encuentra, es mejor que se haga pronto, ya que así hay más tiempo para preparar una forma de desviar o destruir el objeto. En los últimos miles de años no se ha detectado ninguno tan grande dirigiéndose a nuestra superficie, pero miles de años es muy poco tiempo.
Uno de los métodos que se están estudiando para combatir contra una amenaza de este tipo es el método de desviación DART «Prueba de redirección de doble asteroide«, que se probará a finales de este año. La idea es impactar directamente en un asteroide para ver si pueden cambiar su velocidad y trayectoria. En este vídeo de 2018 lo explicaban:
NEO Surveyor no golpeará a ningún asteroide, solo se enviará a la órbita alrededor de la Tierra y usará sus sensores infrarrojos para descubrir asteroides grandes que se acerquen. Al usar infrarrojo, se podrán detectar incluso con la luz solar de frente.
Podéis leer más en jpl.nasa.gov y en nasa.gov/planetarydefense.