La energía nuclear no tiene muy buena reputación en el planeta Tierra, ya que una explosión o una fuga puede tener repercusiones nefastas cuando hablamos de fisión (aún estamos muy lejos de poder conseguir un motor de fusión). Aún así, es una fuente de energía que no puede ignorarse, y en el mundo de la Tecnología Espacial se está barajando para un proyecto de construcción de naves espaciales.
DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos) ha pedido a Lockheed Martin y Blue Origin (de Jeff Bezos, primera vez que trabaja en proyectos de este tipo) que comiencen a pensar en el tema para trabajar con General Atomics para diseñar un cohete ágil para misiones cislunares (entre la luna y la Tierra).
Está claro que los sistemas de propulsión térmica nuclear podrían ser la clave para las misiones tripuladas al espacio profundo, y el tema se ha vuelto a poner sobre la mesa cuando se habla de llevar a humanos a Marte o a otras misiones más cercanas. El sistema funciona transfiriendo calor de un reactor nuclear a un propulsor líquido para generar empuje, lo que genera el doble de eficiencia del propulsor que los cohetes químicos.
Para acelerar el ritmo del desarrollo de la tecnología necesaria, DARPA pidió a las mencionadas empresas construir y demostrar un sistema de propulsión de base nuclear en una nave espacial por encima de la órbita terrestre baja para 2025.
Durante los próximos 18 meses, la fase 1 del programa DRACO (cohete de demostración para operaciones cislunares ágiles) comenzará a diseñar una nave que tenga la capacidad de maniobrar rápidamente en el espacio cislunar.
La compañía de Bezos y Lockheed Martin recibieron $ 2.5 millones y $ 2.9 millones respectivamente, y crearán diseños independientes. DARPA otorgó a General Atomics mucho más, $ 22 millones, para desarrollar el reactor nuclear.