Los que tenemos impresora 3D acostumbramos a crear una gran cantidad de figuras y restos de plástico que, por desgracia, no es biodegradable. Es cierto que la mayoría de lo que deja de tener utilidad acaba en el contenedor adecuado, y puede reciclarse, pero lo ideal es que fuera mucho más respetuoso con el medio ambiente.
En esto está trabajando una empresa checa llamada Fillamentum, responsable por el primer filamento biodegradable. Su nombre es NonOilen, y contiene ácido poliláctico y polihidroxi butirato de base biológica.
El contenido de PHB mejora la tenacidad, la resistencia a la temperatura y especialmente la biodegradabilidad. Encaja perfectamente en los principios de la economía circular, se puede reutilizar muchas veces, por lo tanto, se pueden reducir los residuos, y una vez que finaliza la vida útil, se puede reciclar.
Es la primera vez que un plástico biodegradable para impresoras 3D llega al mercado, pero es que además es apto para recipientes de alimentos, así como para imprimir cubiertos o platos, ya que está hecho de fuentes naturales. En su web lo presentan así:
Después de una asociación a largo plazo con el equipo de investigación del profesor Pavol Alexy, PhD. de la Universidad Técnica de Eslovaquia, estamos orgullosos de presentar un material completamente nuevo que es como un sueño en el mundo del plástico: un filamento totalmente biodegradable para impresión 3D.
El material es potencialmente compostable en sistemas biológicamente activos y se descompondrá más rápido que el plástico PLA normal. Por supuesto, también puede reciclarse completamente para hacer plástico varias veces.
La bobina la venden a 40 euros en su web, pero antes de echar mano a la tarjeta de crédito, es importante tener en cuenta que no deja de ser plástico, que no es algo que podamos poner bajo la tierra y esperar a que se transforme en abono, aunque sea mucho más responsable con el medio ambiente que los plásticos tradicionales. La descomposición es aproximadamente 3 veces más rápida que el PLA