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Una Inteligencia Artificial que contrata y despide trabajadores

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Si hace pocos días hablamos de cómo se estaba enseñando a una Inteligencia Artificial a tener nociones de justicia, abriendo el debate de si en el futuro los jueces serán máquinas, hoy le toca el turno el mercado de trabajo.

En la BBC han publicado un artículo en el que se muestra como el Congreso de Sindicatos (TUC) del Reino Unido ha advertido sobre algunos agujeros existentes en la legislación laboral sobre el uso de la inteligencia artificial en el trabajo.

Por lo visto los trabajadores podrían ser “contratados y despedidos por un algoritmo”, y eso es algo que no está siendo revisado para proteger a los trabajadores.

Lo que piden es que las decisiones de alto riesgo sean revisadas por humanos, que no se deje a una máquina decidir si alguien puede salir o entrar en una empresa. Reconocen que la IA en el trabajo puede utilizarse para mejorar la productividad y la vida laboral, pero creen que tomar decisiones que cambian la vida de las personases otra cosa.

Sin reglas justas, el uso de la inteligencia artificial en el trabajo podría conducir a una discriminación generalizada y un trato injusto.

La IA ya toma decisiones relacionadas con lugares que hay que visitar, o zonas que necesitan mayor vigilancia, todo sin supervisión humana, pero ya hay algunos casos que analizan métricas de rendimiento para determinar quién debería ser el primero en la fila para la promoción, o ser despedido.

Lo que piden desde el sindicato, junto a los abogados de derechos laborales y AI Law Consultancy, es que la ley se actualice a la misma velocidad que lo hace la AI, y para ello piden, entre otras cosas:

– La obligación de los empleadores de consultar a los sindicatos sobre el uso de IA de «alto riesgo» o «intrusiva» en el trabajo
– El derecho legal a que una persona revise las decisiones.
– Cambios en la ley del Reino Unido para proteger contra la discriminación por algoritmo

Entre los casos que denuncian tienen a acusaciones de conductores de reparto de Uber Eats que afirmaron que habían sido despedidos porque el software de reconocimiento facial no podía reconocer sus rostros, por lo que el algoritmo no reconocía todas las entregas realizadas. Uber lo niega, diciendo que siempre hay una revisión humana involucrada antes de cualquier despido.

Lo que está claro es que mucho tendrá que cambiar el mundo para que las leyes avancen a la misma velocidad que la tecnología.

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