En base a la experiencia conocida tras el caso de Huawei frente al gobierno de Estados Unidos, Xiaomi se está preparando para revertir un eventual escenario similar.
El fabricante chino de productos electrónicos, famoso por sus teléfonos inteligentes, señaló que presentó este domingo un recurso legal que persigue como fin revocar su inclusión en la lista negra de empresas chinas, elaborada bajo el mandato del ahora expresidente Donald Trump.
Con una demanda presentada ante un tribunal federal de Washington, Xiaomi presentó la semana pasada una apelación a la orden emitida por la administración del expresidente Donald Trump, la cual restringe la inversión de capital estadounidense en la firma y el establecimiento de relaciones comerciales con la misma, diciendo que la compañía aludida es un “instrumento del Partido Comunista chino”.
En un comunicado, Xiaomi señaló que estima que la decisión de la Casa Blanca es objetivamente incorrecta, pues la empresa ha sido puesta al margen del proceso legal pertinente, señalando en la misiva legal que «con el fin de proteger los intereses de los usuarios globales, socios, empleados y accionistas de (Xiaomi), la compañía ha defendido a los tribunales que declaren la decisión ilegal y que se reviertan«.
El emplazamiento jurídico va dirigido en específico a los departamentos de Defensa y del Tesoro de Estados Unidos. El texto oficial puede consultarse íntegro desde el archivo de la Corte del Distrito de Columbia.
Herencia de la administración Trump
El pasado 15 de enero, poco antes de que Donald Trump abandonara la Casa Blanca, fue registrada en el Pentágono una lista negra de compañías que tendrían prohibido trabajar con Estados Unidos. Junto a Xiaomi, en esta lista fueron incluidas también otras compañías chinas, como la célebre red social TikTok y la petrolera estatal CNOOC.
El argumento común, del que busca desmarcarse Xiaomi y bajo el que la administración gubernamental estadounidense agrupó a todas estas empresas, señala que estas empresas son catalogadas como «compañías militares comunistas chinas».
Aunque la valoración de Xiaomi decayó, patentándose en una caída de más de un 10% en el precio de sus acciones tras su inclusión en este listado, la compañía busca salvaguardar su reputación y su despliegue comercial, que actualmente lo posiciona como una de las principales empresas fabricantes de móviles en el mundo.
Con la nueva administración estadounidense, encabezada por el presidente Joe Biden, aparentemente los roces con China seguirán un rumbo similar.
Si bien, durante el período de campaña las alusiones directas al conflicto económico con China se mantuvieron bajo suspenso, tras asumir la nueva secretaria del Tesoro designada por Biden, Janet Yellen, fue transparentada la postura de seguir una línea similar.
Sin ir muy lejos, en palabras de Yellen recogidas por la agencia EFE, uno de sus principales desafíos en el cargo es hacer frente a las «prácticas abusivas» de China en comercio y tecnología.
Como siempre, estos procesos están rodeados de una cuota de incertidumbre. Sin embargo, esta acción en particular denota el interés de Xiaomi por no correr la misma suerte de Huawei, ni tampoco exponerse a los malos ratos por los que pasó ByteDance junto a Tiktok.