Cuando enviamos un currículo a una gran empresa, puede ser analizado por varios softwares antes de caer en manos de alguien de Recursos humanos. Los diferentes programas que pueden analizar un CV de forma automática se encargan de extraer los datos más importantes para hacer un primer filtro, de esa manera «garantizan» que el humano que recibe la selección solo obtenga lo que es realmente interesante. Los sistemas automatizados bloquean automáticamente el 75% de los currículums antes de que un humano los vea.
La idea es sencilla, si hay un puesto para chef con experiencia, no quieren tener que analizar cientos de currículos de camareros que han trabajado en el bar durante el verano, quieren ir directamente al grano.
Eso significa que nuestro CV tiene que estar bien diseñado para que el programa que lo analice no lo descarte por error. Si es un PDF, por ejemplo, tiene que tener una fuente adecuada, con texto seleccionable, no imágenes, que los sistemas de OCR lo tengan sencillo a la hora de extraer información del documento.
Para verificar si nuestro currículum tiene un formato sencillo de entender por las máquinas, podemos usar glidecv.com, una aplicación web en la que solo tenemos que subir nuestro archivo PDF o doc (no admite imágenes) y obtener una puntuación del 0 al 100 para saber lo bien o mal diseñado que está nuestro CV.
Glide se encarga también de mostrar lo que ha conseguido extraer, e indica «null» cuando no encuentra algo. Si lo extraído es lo que queréis destacar, es que está todo ok.
Podemos también decidir enviar nuestro CV a algunas empresas de selección al mismo tiempo que se analiza, lo que aumenta las posibilidades de encontrar empleo.