Hoy en día no es difícil hacer un móvil, muchas marcas pueden poner componentes de otras y contratar el montaje, por lo que empresas no especializadas del sector pueden tener un móvil propio sin necesidad de fabricar lentes, chips y demás.
Eso es lo que ha ocurrido con Land Rover, famosa empresa del motor que ha decidido que tener su propio móvil era una buena idea.
Se trata del Land Rover Explore R, el segundo móvil de la compañía, después del Explore que presentó en 2018.
El Explore R se parece físicamente al iPhone 4, tiene resistencia al agua IP68, ha sido probado contra caídas a 1,8 m sobre acero y pantalla Gorilla Glass 6. Es decir: resistente y elegante, tal y como se espera de dicha marca. Compite en este sector con los de Crosscall, DOOGEE y los de CAT
El problema son las especificaciones, que no llaman mucho la atención: 4 GB de RAM, 64 de espacio, chipset Mediatek Helio P35 MT 6765 con un procesador octa-core de 2.3GHz, cámara trasera Sony de doble píxel de 12 MP, cámara frontal de 8 MP y pantalla de 7 pulgadas.
Su precio es de 449 euros, semejante a otros móviles con mejores especificaciones (principalmente de cámara).
Su objetivo es alcanzar a los usuarios de sus coches, amantes de su marca, ya que seguramente ninguna persona que conozca el mundo de los móviles, con la oferta existente en estos momentos, compraría un teléfono de estas características.