Los taxistas, conductores de Uber, Cabify y otras empresas de transporte de pasajeros en coche corren a diario un riesgo tremendo al llevar a posibles infectados de COVID-19 de un sitio para otro.
Es cierto que muchos coches se han adaptado con un panel protector, y que la mayoría ya no acepta a pasajeros en el asiento delantero, pero aún así es necesario que las personas lleven máscara en todo momento, y Uber quiere asegurarse de ello.
La compañía pronto requerirá que los usuarios que muestren indiferencia o ignorancia a las reglas básicas, se sometan a una verificación adicional. Si un conductor informa que un pasajero no tenía ningún equipo de protección, esa persona tendrá que tomarse una selfie con una máscara o una cubierta facial antes de poder hacer otro viaje con Uber.
Es decir, Uber no pedirá una selfie a todo el mundo, solo a los que fueron denunciados por el conductor anterior.
Es una medida más de las tomadas el 13 de mayo en respuesta a la pandemia del coronavirus. Ya exige a sus conductores y repartidores que se hicieran una selfie con una máscara, y ya preguntaba a los pasajeros si estaban cumpliendo las reglas, pero ahora amplían la lista de verificación de seguridad para evitar que los usuarios que violan repetidamente las políticas de máscaras puedan usar el servicio.
Así es, si el conductor denuncia al pasajero en varias ocasiones, el usuario puede perder su acceso a la app.
Uber planea implementar el nuevo proceso de verificación en los EE. UU. y en Canadá a fines de septiembre, y le seguirán otros países.