Investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT han desarrollado un sistema que va más allá del control de la salud de las personas a través de las pulseras cuantificadoras, los relojes inteligentes y otros dispositivos.
Se trata de un sistema dedicado a la monitorización inalámbrica de los hábitos de las personas en sus casas, con su enfoque puesto en las personas mayores, determinando el nivel de bienestar de las mismas, en función de cuándo y cómo usan sus propios electrodomésticos.
Sistema inteligente que determina el nivel de salud con el uso de electrodomésticos
Este sistema también podría ayudar en el ahorro energético en hogares o incluso permitiría a los seguros la evaluación de los riesgos. Sapple, que es como se llama este sistema, está compuesto de dos sensores, uno dedicado a determinar la ubicación de las personas a través de la emisión y rastreo de las señales de radio, y otro dedicado a la medición del consumo energético de los electrodomésticos.
Los datos de estos sensores llegarán a un modelo de aprendizaje automático, que los procesará para determinar los hábitos de las personas y su nivel de salud y bienestar, sin que por el momento se conozca la manera en la que traducirá los datos procesados en los niveles mencionados.
Para los investigadores del MIT, este sistema podría ayuda en un futuro a que los profesionales de la salud puedan conocer las capacidades de las personas mayores para desarrollar hábitos cotidianos y puedan ser aconsejados en la manera en la que puedan mejorar su calidad de vida.
Para Chen-Yu Hsu, autor principal del artículo sobre Sapple: «Este sistema utiliza datos de detección pasiva y no requiere que las personas cambien su forma de vida», a lo que añade que «Tiene potencial para mejorar cosas como el ahorro y la eficiencia energética, nos da una mejor comprensión de las actividades diarias de las personas mayores que viven solas y proporciona información sobre el análisis de comportamiento para entornos inteligentes«.
En este punto, este sistema podría implicar problemas de privacidad, donde las personas han de determinar hasta qué punto desean o admiten que sean vigiladas, incluso dentro de sus propios hogares, pudiendo hacerse uso en casos específicos, y más en una época como ésta en lo que impera el distanciamiento social.