Un estudiante de 26 años ha sido la primera persona en ser condenada por imprimir una pistola, un londinense que fabricó un arma impresa en 3D en Southwark Crown Court.
Entraron en la casa de Tendai Muswere con una orden por búsqueda de drogas, y acabaron encontrando componentes que pertenecían a una pistola impresa en 3D. Por lo visto la pistola podía dispararse de verdad, aunque el estudiante dice que no lo sabía, que lo hizo para un proyecto cinematográfico de la universidad.
Según han podido averiguar, y tal como relatan en The Guardian, Muswere había visto tutoriales en línea sobre cómo crear un arma en 3D capaz de disparar munición real, por lo que hay pruebas de algo más.
Consiguieron llegar a la casa gracias al trabajo de detectives, la policía del vecindario y los forenses, y consideran la operación un éxito para intentar evitar algo que puede convertirse en un problema serio dentro de muy poco tiempo: gente fabricando sus armas en casa con un simple click.
Pequeñas y económicas para los consumidores, las impresoras 3D tienen muchas utilidades, pero si se combina con los planos de impresión de armas que pueden encontrarse en Internet, el resultado puede ser peligroso. Para la policía es difícil rastrear estos objetos, ya que no tienen número de registro, y en algunos casos podrían hasta pasar por detectores de metales, ya que pueden ser hechas completamente de plástico.
Ya que de momento no puede hacerse el arma al 100% con una impresora 3D, están intentando descubrir los caminos seguidos por todos los interesados en hacer una, pero lo dicho, es todo cuestión de tiempo.