Muy pronto la Inteligencia Artificial podría estar siendo usada para crear matrices de opinión falsas como parte de campañas de desinformación, promovidas con el propósito de desestabilizar gobiernos y desprestigiar a personas o grupos activistas.
Actualmente existen investigadores que se encuentran trabajando en los mejores laboratorios de Inteligencia Artificial del mundo desarrollando y refinando tecnología que pueda replicar la manera en que el ser humano escribe.
De producirse un resultado exitoso esto podría contribuir a futuro en la creación de campañas de desinformación donde se genere contenido de forma masiva, cuyo mensaje sea alterado de forma sutil para que luzca como si hubiese sido creado por diferentes personas, suplantando su trabajo para evitar que pueda correr el riesgo de ser descubierto al más mínimo error. Esta misma semana hemos visto varios casos semejantes con vídeos creados con rostros de personas diciendo palabras que nunca pronunciaron, y esta tendencia va en aumento.
Una muestra de ello lo constituye una campaña de desprestigio llevada a cabo en 2017 en contra del grupo de voluntarios “Cascos Blancos”, el cual, fue objeto de acusaciones donde se afirmaba que sus miembros estaban sirviendo como un instrumento de los gobiernos occidentales para sembrar malestar en Siria. Este hecho posteriormente resultaría falso al descubrirse que la organización rusa responsable había repetido el mismo texto en algunos sitios de noticias.
Por otra parte, laboratorios de Inteligencia Artificial de gran prestigio como OpenAI en San Francisco y Allen Institute For Artificial Intelligence en Seattle han recreado ejemplos muy efectivos de esta tecnología en lo que respecta a la creación de contenido falso y, en cuyas conclusiones, ambos coinciden en que esto podría tornarse en una situación difícil de controlar.
De acuerdo con Alec Radford, investigador del laboratorio OpenAI, la Inteligencia Artificial usada en este contexto podría facilitar a los gobiernos, organizaciones y empresas crear matrices de opinión de forma rápida y con un mayor alcance en los medios de comunicación para esparcir el mensaje.
Radford añadió también que «El nivel de contaminación de la información que podría resultar con el uso de la inteligencia artificial para crear fake news dentro de unos años podría resultar catastrófico». Como consecuencia, un post falso en Facebook que sea visto por millones de personas podría ser adaptado a las tendencias políticas realizando ajustes mínimos en su estructura.
Estamos rozando límites peligrosos…