China tiene una industria muy preparada para la fabricación de coches eléctricos, y por lo visto nadie es capaz de competir con ellos.
Así lo concluyen en una publicación del MIT, desde donde indican que el fracaso de China a la hora de copiar modelos de coches de combustión interna no se repetirá con el mercado eléctrico.
En el mundo de la combustión interna había problemas con los motores, no eran buenos, Estados Unidos y Europa tenían más experiencia y las grandes marcas eran inalcanzables. Con el sector eléctrico no hay ese límite, sin menos complejos desde un punto de vista mecánico, y China ya tiene una cadena de suministro de fabricación electrónica enorme, basta ver la cantidad de baterías, móviles y demás dispositivos que fabrican a diario.
La prioridad impuesta por el gobierno chino
En el Made in China 2025 tienen a los coches eléctricos como una de las 10 prioridades del país, quieren ser líderes mundiales y ya han establecido medidas para generar demanda. En solo 5 años cuentan con 500 empresas de vehículos eléctricos, y cuentan con subsidios del gobierno para crecer aún más.
Para obtener una matrícula de un coche de combustión interna en China hay que ganar, literalmente, la lotería. El país las sortea, con probabilidad de dar una de un 0,2%, aunque también las vende por subasta por más de 12.000 euros (el coche eléctrico de la imagen superior, presentado en 2017, costaba en su lanzamiento unos 10.000 euros). Con los coches eléctricos no ocurre eso, las matrículas son gratis, y se entregan rápido, generando así una demanda en constante crecimiento de este tipo de tecnología. El gobierno chino ha aprobado incluso una ley que dificulta la creación de fábricas de automóviles con motor de combustión. La flota de Shenzhen de 16,000 autobuses ahora es 100% eléctrica y su flota de taxis también es casi completamente eléctrica.
Actualmente la Agencia Internacional de Energía dice que China compra más de la mitad de los nuevos autos eléctricos del mundo. Además de una industria local robusta, muchos fabricantes globales ya están en el mercado chino de NEV (vehículos de nueva energía), principalmente a través de acuerdos de empresas conjuntas, como Nissan, Toyota, VW, BMW y Volvo.
China liderará el mundo de los coches eléctricos, y la diferencia con el segundo puesto será, seguramente, enorme.