El servicio de mensajería privada Signal se encuentra probando una característica con el que trata de reducir aún más la información que maneja de los usuarios a la hora de prestarles su servicio.
En un comunicado escrito ayer por Joshua Lund en el blog de Signal, señala que el servicio no mantiene un registro de los contactos de los usuarios, sus gráficos sociales, listas conversaciones, avatares, entre otros, aunque aún así maneja cierta información básica para posibilitar la entrega de los mensajes a sus destinatarios, y piensa que esa información básica podría reducirse aún más bajo la idea de que no debería ser necesario saber quien es el remitente de los mensajes, como si el espacio para el remitente quedase en blanco en los correos postales.
Es por ello por lo que en su versión beta se encuentra probando la función de remitentes sellados, aunque sólo será aplicable entre cuentas en las que se haya establecido una confianza, como la de estar disponible en la lista de otros contactos, saltándose el habitual proceso de verificación de los remitentes.
Además, los usuarios que lo deseen, podrán recibir mensajes de remitentes sellados de cualquier cuenta de la misma manera que los usuarios de Twitter pueden permitir mensajes directos de cualquier otro usuario.
Eso sí, hay cambios criptográficos que impedirán la recepción de mensajes de aquellos a los que se haya bloqueado, incluso si utilizan la función de remitente sellado. Pero esta función va más allá y apunta a que en el hipotético caso de que el servicio se encuentre comprometido, los atacantes sólo podrían ver los mensajes cifrados que van a sus destinatarios, no los remitentes de los mensajes.
Sin duda, un paso adelante, o como dicen, un paso incremental para tratar de reducir aún más la información maneja el servicio.