Si bien los docentes pueden realizar diferentes pruebas de lectura, escuchando a los niños leer en voz alta, analizando velocidad, ritmo y pronunciación de las palabras, la propuesta de Microsoft busca automatizar este proceso.
La idea es desarrollar un sistema aprovechando el potencial de la inteligencia artificial, para medir y predecir automáticamente la capacidad de lectura de niños de 6 a 10 años, que corresponden a nivel primario.
Analizando previamente una serie de parámetros (fluidez en la lectura, velocidad, etc), podrá establecer el nivel de rendimiento de cada niño, sin necesidad de un tutoría personalizada para evaluar esta capacidad.
Según las pruebas que han realizado, este sistema tiene casi tanta precisión con el método tradicional llevado a cabo por los docentes. Si bien no busca cambiar la metodología anterior, puede ser un complemento perfecto que ahorrará tiempo y dará más herramientas a los educadores para enfocarse en las necesidades de sus estudiantes.
Los docentes podrán tener una visión general del rendimiento del estudiante, y a partir de allí, trabajar de manera personalizada para potenciar la capacidad de lectura de los alumnos.